El empobrecimiento de los trabajadores motivado por el desplome de la producción económica es uno de los factores más delicados de la crisis del coronavirus. En Estados Unidos, esa circunstancia es un poco más llevadera que en España gracias a los buenos datos registrados en el mercado de trabajo hasta el pasado mes de marzo.
Según datos de la Oficina del Censo que acaban de salir a la luz, el curso 2019 logró una mejora sin precedentes en el nivel de vida de los ciudadanos estadounidenses. El ingreso mediano de las familias creció en términos reales más de 4.400 dólares, lo que supone un aumento nunca antes visto, equivalente a un repunte interanual del 6,8%.
A raíz de esta mejora, los hogares del país norteamericano llegaron a la pandemia con una renta familiar de 68.700 dólares, lo que también supone un récord en términos históricos. Si se comparan estas cifras con las que heredó la Administración Trump, encontramos que la subida del ingreso mediano de las familias ha sido del 9,7%, de nuevo en términos reales para descontar la inflación.
Los datos son especialmente favorables en el caso de las minorías raciales del país. La población negra aumentó su renta un 7,9% durante el año 2019, mientras que los hispanos la mejoraron en un 7,1%. La palma, no obstante, se la llevan los asiáticos, que no solo experimentaron un repunte del 10,6% sino que ya coquetean con alcanzar una renta media por hogar de 100.000 dólares.
El reparto de la renta se ha vuelto más homogéneo en los últimos años. Medida según el Coeficiente Gini, la desigualdad de renta ha caído de 0,489 a 0,484 puntos entre 2016 y 2019. También baja el porcentaje de la renta nacional que controla el 20% que más gana, con una caída de 0,4 puntos porcentuales. Por lo tanto, la tendencia al alza de los indicadores de desigualdad se ha roto bajo gobierno de Donald Trump.
La tasa oficial de pobreza alcanzó mínimos históricos en 2019, con un 10,5% que supone 1,3 puntos menos que un año antes. Esta reducción es la más acelerada de la historia y se traduce en que cuatro millones de estadounidenses han dejado de ser considerados pobres, una cifra que alcanza los 6,6 millones si se consideran también los años 2017 y 2018. La caída de la pobreza ha sido más intensa entre la población asiática (-2,8 puntos), negra (-2 puntos) e hispana (-1,8 puntos). De hecho, es la primera vez en la historia que la tasa de pobreza para la población negra se sitúa por debajo del 20%. Conviene recordar, en cualquier caso, que la medición de la pobreza en Estados Unidos es mucho más exigente que en otros países, de modo que muchas de las personas que entran en esta categoría no serían consideradas pobres en Europa.
La pandemia del covid-19 ha puesto en cuarentena la buena evolución de la economía y ha teñido de rojo los indicadores de 2020. Sin embargo, la recuperación del empleo perdido está siendo muy rápida y, desde el mes de mayo, Estados Unidos ha recuperado casi la mitad de los 22 millones perdidos entre marzo y abril. Aunque la tasa de paro llegó a ser del 16%, ya se sitúa en el 8%, con tendencia a la baja.