Las autoridades de la Comunidad de Madrid han pedido al gobierno de España que se implique de forma más directa en la contención de la segunda ola de contagios de covid-19. El número de positivos ha crecido durante las últimas semanas, avivando los fantasmas de la dramática situación vivida el pasado mes de marzo.
¿Es comparable el escenario actual con el de entonces? Desde la Consejería de Salud insisten en que las cosas son diferentes y esgrimen los siguientes argumentos:
1. Más capacidad
En febrero, cuando la covid-19 empezó a circular por España, la Comunidad de Madrid contaba con 600 unidades de cuidados intensivos (UCI) y sumaba 14.000 camas de hospital. Sin embargo, seis meses después vemos que estas cifras han crecido y, a mediados de septiembre, hay operativas unas 940 UCI y 16.800 camas. No obstante, los planes de elasticidad de la CAM pueden elevar más aún estas cifras, para llegar hasta 1.900 UCI y 24.000 camas en cuestión de unos pocos días. Hay que tener en cuenta, además, que el crecimiento de las hospitalizaciones no está siendo exponencial, como puede verse en el siguiente gráfico al comparar la primera con la segunda ola de contagios, de modo que el margen de maniobra es mayor.
2. Menos hospitalizados
En los siete últimos días, la Comunidad de Madrid ha registrado 20.987 casos de covid-19. Sin embargo, la cifra de hospitalizados ha sido relativamente baja, puesto que se ha quedado en 359 ingresos (un ratio del 1,7%). Además, si comparamos ingresos y altas vemos que, por cada 13 nuevos pacientes hospitalarios hay también 10 altas, de modo que la presión sobre el sistema crece con más lentitud que en el primer trimestre del año.
Si comparamos la gravedad del escenario madrileño con el nacional, encontramos que el desempeño de la región capitalina es mejor que el del resto del país. A nivel nacional, la última semana nos ha dejado 35.798 diagnosticados y 1.998 hospitalizados, lo que arroja un ratio del 4,2%, es decir, un 60% más que Madrid. Y, si se separan los datos de Madrid, la cifra nacional es de 35.798 diagnosticados y 1.998 hospitalizados, un ratio del 5,9% que supera en un 71% el dato madrileño.
Y, si hablamos de mortalidad, las cifras del Instituto Nacional de Estadística acreditan que Madrid es la segunda región con menor mortalidad durante la segunda ola de contagios.
3. Más diagnósticos y rastreo
El total de pruebas de PCR realizadas en Madrid también es más alto que en el promedio nacional. Hablamos de un ratio de 1.906 pruebas por cada 100.000 habitantes, frente a una cifra de 1.373 para toda España. Por lo tanto, se está haciendo un 39% más de pruebas. Además, en la próxima semana empezarán a hacerse nuevos test rápidos de Abbott, puesto que el gobierno regional está a punto de recibir un millón de estas innovadoras pruebas.
Por otro lado, aunque se hace un 39% más de pruebas, el porcentaje de positivos registrado en Madrid es más alto que en el resto de España, puesto que el 22% de las pruebas arrojan tal resultado, frente a un promedio nacional del 13%. Por lo tanto, las complejas labores de rastreo estarían dando mejores frutos a la hora de detectar cómo se propaga la enfermedad.
¿Será suficiente?
El aumento de positivos es, en cualquier caso, una cifra preocupante que, evidentemente, encierra más riesgos en una gran capital como Madrid y su región. La incidencia de la covid-19 está siendo especialmente elevada en algunos distritos y municipios del Sur, de modo que está prevista la aprobación de algunas restricciones pensadas para frenar la propagación en dichas áreas, al hilo de la reunión entre el gobierno nacional y el autonómico. Tales restricciones ya han sido aprobadas en otras partes del país, de modo que no hablamos de ninguna novedad.
Es importante, no obstante, contrastar el gráfico de positivos por fecha de diagnóstico con el gráfico de positivos por fecha de inicio de síntomas, puesto que el segundo muestra que la mayoría de los contagios que ahora salen a la luz se habría producido entre finales de agosto y comienzos de septiembre, precisamente cuando muchos de los residentes de Madrid estaban en otras regiones y, por lo tanto, sujetos a la gestión sanitaria de otras autoridades (regionales o nacionales).
En este sentido, un posible foco de contagios masivos que, de momento, parece desactivado en buena medida es el proceso de regreso a las aulas. Dos semanas después del arranque del curso, las autoridades regionales han documentado 178 aulas clausuradas sobre un total de 35.000, lo que supone un 0,5% del total.
Si se confirma la tendencia, y teniendo en cuenta que el cuadro médico asociado a la covid-19 se desarrolla en un plazo medio de 20-30 días, esto podría indicar que la propagación de la enfermedad podría moderarse en la primera quincena de octubre, si bien el paso del confinamiento a la adaptación significa que será muy difícil imaginar en el corto plazo un escenario epidemiológico en el que el coronavirus no tenga al menos cierta presencia en nuestras vidas.