El coste laboral medio por trabajador y mes (que incluye las remuneraciones y las cotizaciones sociales) se desplomó un 8,3% en el segundo trimestre del año, hasta los 2.442,91 euros, registrando así su mayor descenso en 20 años, según ha informado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El organismo ha atribuido esta caída del coste laboral a la situación sobrevenida con la declaración del estado de alarma, que suspendió de forma temporal diversas actividades económicas, especialmente durante los meses de abril y mayo.
Así, Estadística explica que los trabajadores afectados por este cierre temporal acogidos a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), pese a formar parte de la plantilla de sus empresas, no son remunerados con salarios sino con prestaciones aportadas directamente por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y, en algunos casos, complementadas por las propias empresas. Además, las cotizaciones sociales a cargo de los empleadores de estos trabajadores están exoneradas en su mayor parte.
Con este fuerte retroceso interanual en el segundo trimestre, el coste laboral pone fin a once trimestres consecutivos en positivo.
El coste laboral se compone del coste salarial y de los otros costes. Entre abril y junio, el coste salarial (que comprende todas las remuneraciones, tanto en metálico como en especie) también registró el mayor descenso interanual de la serie, iniciada en el año 2000, tras hundirse un 9,4%, situándose en 1.804,08 euros por trabajador y mes. Con este descenso interanual, los salarios también ponen fin a once trimestres consecutivos de alzas interanuales.
Excluyendo el factor variable de los salarios (pagos extraordinarios y atrasados) se obtiene el coste salarial ordinario, que en el segundo trimestre se desplomó un 11%, hasta los 1.498,01 euros mensuales.
Los otros costes (costes no salariales) alcanzaron en el segundo trimestre los 638,83 euros, con un retroceso interanual del 5%. El componente más importante de los otros costes son las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social, que totalizaron 574,75 euros, un 7,1% menos que en el segundo trimestre de 2019.
El segundo elemento importante de los otros costes son las percepciones no salariales, que aumentaron un 14,9% en tasa interanual, debido fundamentalmente al repunte de costes por los complementos por IT, desempleo parcial y otras prestaciones sociales directas y a la disminución de las indemnizaciones por despido y de las otras percepciones no salariales (indemnizaciones por fin de contrato, ropa de trabajo, pagos compensatorios, etc.). Por su parte, las subvenciones y bonificaciones bajaron un 6% interanual.
El coste laboral por hora creció en el segundo trimestre un 11,9% interanual. Este incremento se debe a la bajada en un 18,1% del número de horas efectivas de trabajo por la pandemia del coronavirus y la declaración del estado de alarma. Si se elimina el efecto estacional y el de calendario, el crecimiento estimado del coste por hora es del 12,1%.
Horas semanales que se pierden por fuerza mayor
Durante el segundo trimestre de 2020 la jornada semanal media pactada por trabajador, considerando conjuntamente tiempo completo y tiempo parcial, fue de 34,4 horas. De éstas, se pierden 10 horas de media a la semana, de las cuales 2,2 son por vacaciones y fiestas disfrutadas (el 22,4% del total), 1,8 horas se deben a bajas por incapacidad laboral (el 18,1%) y 5,2 horas no se han trabajado por razones técnicas, económicas, organizativas, de producción y/o fuerza mayor, incluyendo el tiempo no trabajado de los trabajadores afectados por ERTE (el 52,7%).
El resto de horas no trabajadas del segundo trimestre (0,8 horas) se deben a otras posibles causas como maternidad o paternidad, otros permisos remunerados, conflictividad laboral, etc. Si se añaden las horas extras y se restan las perdidas, las horas efectivas de trabajo a la semana se reducen a 24,6.
Según el INE, la industria protagonizó el mayor descenso del coste laboral total en el segundo trimestre, un 9,6% interanual, hasta 2.886 euros por trabajador y mes. Le siguen los servicios, con una disminución del 8,2%, hasta los 2.353 euros, y la construcción, con una caída del 5,8%, hasta los 2.601 euros.
Con carácter general, el INE explica que a mayor crecimiento del coste laboral, menor es el impacto de la pandemia en la actividad económica correspondiente. Por ejemplo, la hostelería, uno de los sectores más castigados por la crisis, registró el mayor descenso interanual del coste laboral, un 58,2%, hasta los 665,19 euros por trabajador y mes. Le siguen las actividades artísticas (-33,7%) y los otros servicios (-14,8%).
El suministro de energía, las actividades financieras e industrias extractivas son las que presentan los costes laborales más elevados, con 6.994 euros, 5.122 euros y 4.530 euros por trabajador y mes, respectivamente, mientras que los menores corresponden a la hostelería (665,19 euros), actividades artísticas (1.256 euros) y otros servicios (1.519 euros), precisamente los tres sectores donde más bajó el coste laboral en el segundo trimestre.
Por contra, los crecimientos interanuales más significativos de los costes laborales en el segundo trimestre se los anotaron las industrias extractivas (+9,4%), la Administración Pública (+4,7%) y el suministro de energía (+4%).
Madrid y País Vasco tienen los sueldos más elevados
Por comunidades autónomas, los costes laborales más altos los registraron Madrid (2.966,7 euros por trabajador y mes), País Vasco (2.858,8 euros), Navarra (2.781,9 euros) y Asturias (2.598,6 euros), que adelantó a Cataluña (2.553,5 euros). Por contra, los más bajos se dieron en las islas, muy afectadas por el impacto negativo de la pandemia en el turismo: Canarias (1.787,2 euros) y Baleares (1.892 euros).
El coste laboral retrocedió en todas las regiones en el segundo trimestre. Navarra y Murcia presentaron los menores descensos interanuales del coste laboral, un 3% y un 4%, respectivamente, mientras que Baleares (-24,9%) y Canarias (-20,8%) registraron las mayores caídas.