El coronavirus no impedirá a la Comunidad de Madrid bajar impuestos. Fue al inicio de la legislatura cuando el Ejecutivo madrileño anunció que llevaría a cabo "la mayor rebaja fiscal de la historia" de la región, y ahora, a pesar de la pandemia, Isabel Díaz Ayuso ha confirmado que mantiene intacta su promesa.
Así lo ratificó la presidenta autonómica, durante el discurso de apertura del debate del estado de la región que se celebró el pasado lunes en la Asamblea de Madrid. Allí defendió una "fiscalidad justa" en lugar de la que promueve "asfixiar hasta paralizar la iniciativa ciudadana". Para ello, piensa disminuir medio punto el IRPF de todos los madrileños. También habrá otras deducciones autonómicas para jóvenes o familias, pero la medida estrella es esa. ¿Cuándo llegará ese alivio fiscal? Paciencia. Todavía no hay ninguna fecha sobre la mesa, pero el compromiso del Gobierno de Díaz Ayuso es que sea antes de 2023.
Y lo que es más importante para los beneficiarios: ¿cuántos euros contantes y sonantes supondrá la rebaja? Desde el Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) han facilitado a Libre Mercado un simulacro que revela cómo quedarán las tarifas madrileñas dependiendo de la renta del contribuyente.
En la tabla de la izquierda se observa el actual IRPF autonómico madrileño y en la derecha, cómo quedarían los tipos con la futura rebaja. La cuota hasta los 12.450 euros es de 0 porque esas rentas tan reducidas no tributan nada.
100 euros menos para rentas de 30.000 euros
Por tanto, suponiendo 13 categorías de rentas diferentes —que van desde los 9.500 euros al año hasta los 600.000 euros— en el REAF han calculado cuál sería el ahorro fiscal de la rebaja de Ayuso para cada una de ellas. Y lo hacen para un contribuyente estándar soltero y sin hijos. Estas son:
Así, las rentas de 16.000 euros pagarían 23,36 euros menos de IRPF al año, mientras que las de 20.000 euros abonarían 55,90 euros menos a Hacienda —unos 4,6 euros menos al mes—. La progresividad del impuesto hace que el porcentaje del ahorro sea mayor en las rentas más bajas que en las altas.
En el caso de rentas medias de entre 30.000 y 45.000 euros, el ahorro supera los 100 euros al año y va subiendo progresivamente hasta los 600.000 euros anuales. Los más pudientes del ejemplo ahorrarían casi 3.000 euros anuales con esta reducción impositiva. Por desgracia para nuestra economía, sólo hay 11.367 contribuyentes que declaran rentas superiores a los 600.000 euros en España —el 0,06% del total de los declarantes—, por lo que en Madrid ese número es todavía menor.
Madrid, la que menos grava al contribuyente
Las Comunidades Autónomas (CCAA) regulan en torno al 50% de los tipos del IRPF y el Estado, en torno al otro 50%. La tarifa estatal va desde el mínimo del 9,5%, a partir de una base liquidable de 12.450 euros, al máximo del 22,5%, a partir de los 60.000 euros. Las autonomías pueden jugar con el 10% de margen que tienen para aumentar o disminuir esos tipos y cobrar más o menos impuestos a sus ciudadanos. Además, pueden incluir las deducciones que consideren oportunas y pueden establecer más tramos de los cinco estatales que hay. La Comunidad de Madrid es la región que menos grava al contribuyente en España —tanto a las rentas altas como a las bajas—. Con esta nueva rebaja, la diferencia con el resto de autonomías se ampliaría todavía más.
Es por esta razón por la que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no dudó ayer martes en cargar contra la rebaja de Ayuso, señalando que "no tiene lógica" llevarla a cabo en el momento de crisis actual. Para Montero, que lleva acusando a Madrid de "dumping fiscal" desde que fuera consejera en Andalucía, no hay "ninguna teoría científica" que demuestre que bajar impuestos aumenta la recaudación —en Libre Mercado hemos publicado algunas de ellas—. Y es que, a diferencia del Ejecutivo de Sánchez —que se ha negado en redondo a bajar impuestos durante la pandemia salvo contadas ocasiones, como las cotizaciones de los ERTE—, la Comunidad de Madrid ha optado por seguir el camino de Europa, donde Alemania, Francia o Italia han anunciado rebajas fiscales para reactivar sus economías.
Eso sí, hay que tener en cuenta que las bajadas de IRPF no son automáticas. "La tarifa autonómica no se tiene en cuenta en las retenciones del IRPF que se practican todos los meses. Las retenciones se hacen con la tarifa estatal y se cuadran en la declaración de la renta del año siguiente", explica el director del Servicio de Estudios del REAF, Rubén Gimeno. Por tanto, si la rebaja del IRPF de Ayuso entrara en vigor, por ejemplo, el 1 de enero de 2023 —aunque se aprobara en 2022, suele entrar en vigor el primer día del año siguiente—, los madrileños tendrían que esperar a 2024 para notarlo en sus bolsillos. El tiempo dirá si se aceleran los planes.