La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ha empeorado en 3,2 puntos porcentuales su previsión de caída del PIB para este año, hasta el 13%, debido al mayor número de contagios y su efecto disuasorio en la llegada de turistas y al impacto en la confianza de los consumidores, mientras que para el ejercicio 2021 augura un repunte del 7,9% por el efecto arrastre y la previsible contención de rebrotes de Covid y la normalización de comportamientos.
La recuperación económica no se completará al menos hasta 2023, o incluso 2024 "dependiendo de la senda de política económica". El principal motor de la recuperación será la demanda interna, empujada por la inversión a raíz de los estímulos fiscales y el plan europeo, señala Funcas.
La tasa de paro escalará al 17% este año. Una vez superado el "pico", que alcanzará en el cuarto trimestre de este año con una tasa de paro del 19,9%, esta se reconducirá hasta el 16,2% en 2021, es decir, que España contará al cierre de ese ejercicio con 600.000 desempleados más que antes de la crisis. Eso sí, "si se suman a los desempleados los trabajadores en situación de ERTE, cuyo ritmo de reincorporación al empleo va a ser mucho más lento en el cuarto trimestre, la tasa de desempleo se situaría al final del período en torno al 21%".
Estas son las últimas previsiones de otoño para la economía española, presentadas en rueda de prensa telemática por el director general de Funcas, Carlos Ocaña, y el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, que han achacado el empeoramiento de previsiones al aumento de contagios y su efecto disuasorio en la llegada de turistas extranjeros (2 puntos de PIB este año) y al impacto negativo en la confianza de los consumidores (1 punto).
Ocaña ha explicado que pese a este empeoramiento de previsiones, se augura una mejoría en la segunda mitad del año, con un rebrote económico del 11,6% y en el cuarto trimestre un 1,6%, que se prolongará en 2021, cuando la economía crecerá un 7,9%.
Desplome recaudatorio de 72.000 millones
La crisis también impactará en las cuentas públicas, con un aumento de gasto (unos 26.000 millones este año) y el desplome de la recaudación (unos 72.000 millones menos), lo que elevará el déficit público hasta el 12% del PIB este año y el 8% del PIB en 2021. La deuda pública, por su parte, superará este año el 120% del PIB y se mantendrá por encima de esa cota los próximos años.
Ante esta situación, Funcas aboga por contar cuanto antes con un plan para reconducir el déficit y la deuda que ofrezca certidumbre a los agentes económicos, incluso aunque no se aplique todavía, ya que según sus cálculos la demanda privada seguirá necesitando ayuda al menos durante 2021. En ese mismo sentido, Ocaña ha reclamado un plan de recuperación a varios años que permita "reconducir la evolución de la economía" y aprovechar el efecto del fondo de recuperación europeo, ya que sin reformas su impacto será "limitado y transitorio
Los fondos europeos aportarán 1,3 puntos de PIB
Funcas ha incorporado el impacto de los fondos europeos de 140.000 millones de euros para el periodo 2021-2027, que estima en 1,3% puntos de PIB, si bien en 2021 calcula un impacto inferior a un punto de PIB, con la llegada de unos 14.000 millones, que serán "difícil" de ejecutar en el ejercicio.
Ocaña y Torres han remarcado la necesidad de un plan a medio plazo para ajustar las finanzas públicas y de reformas estructurales para acompañar los fondos europeos, como en el mercado de trabajo y pensiones, y más a largo plazo las relativas a Educación o I+D.
En este sentido, Torres ha augurado que los fondos europeos aportarán 1,1 puntos al crecimiento de 7,9 puntos de 2021.
Para el periodo 2022-2026 la aportación europea será de 1,3 puntos sobre el crecimiento de 2 puntos previsto sin reformas, mientras que con reformas los fondos aportarían 1,4 puntos del total de 2,5 puntos de crecimiento que se podría registrar.
Empresas zombie
El director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas ha citado como incertidumbres el ahorro, ya que la tasa de ahorro de los hogares se disparará este año hasta el 17%, el doble de la media histórica, lo que se traduce en 70.000 millones menos de gasto.
También ha citado las quiebras y la posibilidad de un elevado número de "empresas zombies", así como las dudas sobre los fondos europeos y las reformas que deberían ir aparejadas.