La Cámara de Comercio de España en China ha saltado al epicentro de la polémica dentro de las noticias empresariales debido a dos novedades que suponen irregularidades en la institución. En primer lugar, según El Economista, el organismo ha sufrido un intento de control por parte de las empresas chinas y, en segundo lugar, según ABC, se ha detectado el uso de tres sellos diferentes, cuando solo es posible utilizar uno.
En cuanto a la primera irregularidad, al parecer en la asamblea celebrada el pasado 28 de agosto se registraron dos censos diferentes para realizar una votación, en la que el presidente de la junta local de Shanghái, Yongtao Gu, trató de hacerse con la presidencia de la junta nacional. Yongtao es directivo de la empresa asiática Hengrui Corporation Group, que tiene a su vez negocios en España, y por tanto, queda prohibido que el titular de una empresa local tenga derecho a voto y participe en la dirección de una organización extranjera siempre que en dicho territorio tenga intereses corporativos la empresa. Es decir, si Yongtao hubiera tomado el mando, se vulneran los estatutos de la Cámara de Comercio de España en China. Es más, según la normativa existente, el directivo no debería tener ni derecho a voto dentro e la institución.
Además de esto, también se registraron dos censos diferentes: el que se presentó por la mañana y el que se presentó por la tarde. En el segundo, se eliminaron a algunos socios bajo el pretexto de que no estaban a corriente de pago. Toda esta anomalía provocó que los miembros de la delegación de Pekín abandonaran la asamblea en señal de protesta.
Este escándalo se produce después de que haya salido a la luz que la Cámara de Comercio de España en China ha usado durante diez años tres sellos en sus documentos, cuando solo se puede utilizar uno de forma oficial. Al parecer, todo apunta a que el único válido es el de la Cámara en Pekín, que está vigente desde el año 2007. Sin embargo, las delegaciones de Shanghái y el sur de China parece que han estado utilizando unos sellos no oficiales, aunque los abogados de la delegación de Shanghái insisten en la validez del suyo en un informe.