Aunque la mayoría de los países de la OCDE han apostado por introducir medidas de confinamiento para lidiar con la pandemia del coronavirus, Suecia ha preferido una estrategia light, limitándose a adoptar ciertas restricciones puntuales y confiando en que la población siga las directrices sanitarias básicas que permiten minimizar los contagios de covid-19.
Ahora que en España se acerca la vuelta al cole, la experiencia del país nórdico cobra especial relevancia en todo lo referido a la educación, puesto que los pupilos suecos no han interrumpido en ningún momento su asistencia a las aulas, justo lo contrario de lo sucedido en nuestro país, donde la formación ha estado suspendida desde mediados de marzo.
Las autoridades suecas mantuvieron la educación presencial hasta los quince años. Los protocolos introducidos enfatizaron la importancia de promover la distancia física, la higiene de manos o el aislamiento de cualquier alumno con síntomas. La formación online solo se aplicó a los pupilos de dieciséis años en adelante, tanto en institutos como en centros de formación profesional y universidades.
De acuerdo con las cifras que ha analizado el Centro Europeo para la Detección y Prevención de las Enfermedades, los niños de menos de diez años han supuesto apenas el 0,5% de todos los contagios observados en el país, mientras que la franja de diez a diecinueve años suma solamente el 1,2% de los positivos registrados. En cuanto a los ingresos UCI, solo se han dado algunos episodios puntuales entre menores de diez años, mientras que la franja de diez a diecinueve años acumuló apenas el 0,3% de estos casos.
La curva de contagiados muestra que los casos de covid-19 entre los menores han sido algo más frecuentes conforme han pasado los meses y no en el primer momento de la epidemia, cuando la mayoría de las infecciones notificadas por las autoridades afectaban a la población de mayor edad, precisamente el grupo que más ha sufrido por el coronavirus.
A lo largo del verano, las autoridades sanitarias emitieron un boletín dedicado a sintetizar y aclarar los principales hallazgos en materia de covid-19 y educación. Sus siete conclusiones centrales fueron las siguientes:
- Los niños y jóvenes son solo una fracción del total de contagios por covid-19.
- Los contagios suelen darse en el entorno familiar, no entre menores de edad.
- Los síntomas que presentan estos grupos de edad son mucho más leves.
- Aunque pueden transmitir la enfermedad, los niños y jóvenes lo hacen con menos intensidad que los adultos.
- Los colegios e institutos no han sido un foco multiplicador de los contagios.
- La probabilidad de contagiarse de covid-19 no ha resultado ser mayor entre los profesores que en otros ámbitos laborales.
- Cerrar las escuelas tiene consecuencias negativas que deben ser evaluadas antes de tomar decisiones drásticas