Iberdrola ha completado prácticamente las contrataciones en Saint-Brieuc, el primer proyecto eólico marino que levanta en aguas francesas del canal de La Mancha, que supone una inversión de 2.400 millones de euros y contará con una potencia instalada de 496 MW, con la adjudicación de la subestación a la joint venture integrada por Eiffage Métal y Engie Solutions, ha informado la compañía.
La primera de ellas realizará la ingeniería y construcción, tanto de la cimentación como de la cubierta que alojará los transformadores y el resto de equipamientos eléctricos. Por su parte, Engie Solutions llevará a cabo el ensamblaje final y su puesta en marcha.
La subestación es el núcleo central del parque eólico marino encargado de recoger y preparar, para su transmisión a tierra, la energía eléctrica producida por los 62 aerogeneradores que integrarán la instalación, estimada en unos 1.820 GWh al año; un volumen que atenderá las necesidades energéticas de una población equivalente a 835.000 personas y evitará la emisión a la atmósfera de 100.000 toneladas anuales de CO2.
La estructura que la soporta está formada por una cimentación —jacket— de 63 metros de altura y un peso de 1.630 toneladas, y una cubierta de 55 metros de largo, 31 de ancho y 23 de altura, con un peso total aproximado de 3.400 toneladas.
La construcción de la subestación estará finalizada a comienzos de 2022 y se desarrollará en los astilleros que la constructora Eiffage opera en Bélgica y Polonia. El montaje se realizará en los muelles de Engie Solutions en Holanda.
Saint-Brieuc —como ya ocurriera con los proyectos eólicos marinos de Wikinger y más recientemente East Anglia One— se ha convertido en un nuevo ejemplo de cómo la economía verde sustentada en inversiones en renovables impulsa la industrialización en sectores de futuro en Europa y actúa como tractor del empleo sostenible y de calidad en empresas españolas y europeas.
El pasado mes de junio, la UTE Navantia-Windar se adjudicó la construcción de las 62 jackets, las plataformas, con sus respectivos pilotes, que anclan los aerogeneradores al lecho marino.
El contrato, con un importe de 350 millones de euros, es el mayor pedido conseguido en su historia por la empresa conjunta Navantia-Windar en el sector de la eólica marina y generará una carga de trabajo para unos 1.000 empleos, tanto en Asturias —donde se fabrican los pilotes—, como en Galicia, donde se realizan los jackets y el ensamblaje de todos los componentes.
De hecho, en estos momentos, trabajan unas 15 empresas locales en la Ría de Ferrol (Galicia) y en Avilés (Asturias) en su fabricación, y se estima que la cifra se duplicará en los próximos meses.
Asimismo, en las instalaciones del puerto de Brest, el contrato ha movilizado casi a una decena de empresas españolas.
Desde marzo de 2020, Iberdrola ha cerrado casi todos los contratos de suministro de Saint-Brieuc, a falta de adjudicar los equipos eléctricos de la subestación.
Los aerogeneradores están siendo fabricados por Siemens Gamesa, Prysmian se hará cargo del cable submarino, Van Oord realizará el transporte de las cimentaciones —previsto para la primavera de 2021— y Saipem instalará la subestación en el emplazamiento.
La puesta en marcha del parque eólico está prevista, previsiblemente, para 2023. Esta nueva instalación muestra la apuesta de Iberdrola por el mercado francés, en el que la compañía prevé invertir hasta 4.000 millones de euros en los próximos cuatro años.
En el segmento de la eólica marina, la compañía ya tiene en operación parques en los mares de Irlanda, el Báltico en aguas alemanas y en el Reino Unido; trabaja en nuevos desarrollos en el Reino Unido y Estados Unidos, además de Francia, y cuenta con una cartera de 12.000 MW.
Acelera inversiones
Iberdrola confía en que la electrificación actuará de palanca de cambio en el mundo postCovid y, por ello, ha acelerado inversiones para contribuir a la reactivación de la actividad económica y el empleo.
Esta apuesta por la recuperación en verde le ha llevado a comprometer inversiones récord este año de 10.000 millones de euros en energías renovables, redes eléctricas inteligentes y sistemas de almacenamiento a gran escala, después de haber destinado 100.000 millones desde 2001 en el mundo.
Al cierre de junio de 2020, Iberdrola operaba 32.695 MW renovables en el mundo y cuenta con una cartera de proyectos renovables que supera los 58.000 MW.