A comienzos de la década de los 90, Alan Yau decidió abrir en Londres su primer restaurante asiático y le llamó Wagamama. Después de él también llegaron Hakkasan y Yauatcha, pero estos dos no lograron convertirse en una gran cadena de restauración como su hermano mayor. Yau lo fundó con la idea de llevar a la capital británica la esencia de los bares japoneses donde se degusta uno de los platos tradicionales más típicos: el ramen. De hecho, en el país nipón son muy habituales los restaurantes especializados en servir esta sopa. Aunque, la variedad gastronómica que ofertaban era mucho más amplia y recogía la esencia culinaria del país asiático.
En el momento en el que Wagamama fue fundado, Londres no pasaba por su mejor momento económico, pero aun así Alan Yau decidió apostar fuerte e incluso encargó el diseño de sus diez primeros restaurante de la franquicia a la firma Stiff and Trevillion Architects. Precisamente, uno de los socios de la firma de arquitectura, Michael Stiff declaró que: "Wagamama realmente empujó los límites y rejuveneció lo que se había convertido en una industria muy desgastada. Además de ser completamente diferentes desde el punto de vista del diseño, los precios de las comidas también eran significativamente inferiores a los de otros restaurantes de Londres en ese momento".
Sobre Yau se sabe muy poco: vendió el negoció a Graphite Capital, quien en el año 2005 le otorgó una participación mayoritaria de 77,5% a Lion Capital LLP por 115 millones de euros. Seis años más tarde, en 2011, la cadena pasó a manos de Duke Street Capital, que sigue siendo el propietario de la franquicia a nivel mundial, por una suma estimada de 242 millones de euros. En 2013, la cadena abría su restaurante número 100 en todo el mundo y la expansión parecía imparable. De hecho, en 2016 ya eran 140 los locales que pertenecían a esta franquicia repartidos por más de 20 países en todo el mundo.
En España, el primer Wagamama abrió sus puertas en 2017, en la lujosa calle Serrano de Madrid de la mano de Alsea España, propietario de la franquicia en la península. A finales del año, ya preveía abrir otros cuatro locales más y en 2018 tenía pensado desembarcar en Barcelona, pero finalmente no llegó a cumplirse. Los planes del Grupo pasaban por llegar a los 20 restaurantes entre España y Portugal y a los 1.000 empleos, pero ya no será posible porque Vips ha decidido cerrar todos los locales que tenía en España. Solo permanecerá abierto el que la compañía tiene en Gibraltar, que no pertenece al Grupo Vips, por lo que la aventura de esta firma en nuestro país ha resultado un fracaso.