Continúan apareciendo nuevos datos e indicadores que entierran las esperanzas de recuperación en las que insiste el Ejecutivo. A los datos de PIB de la OCDE, o de destrucción de empresas, de paro, o de hecatombe en el turismo, se suma ahora la evolución del sector servicios y el manufacturero, el índice PMI, que sitúa a España a la cola de la Unión Europea, por detrás de Italia.
El crecimiento de la actividad del sector privado de la zona euro se ralentizó en agosto hasta perder casi todo el ímpetu mostrado tras el final del confinamiento ante la preocupación por los rebrotes de la covid-19, según los datos del PMI de agosto, que sitúan a Italia y España a la cola de la reactivación económica en Europa, según IHS Markit, consultora encargada de elaborar este indicador adelantado.
El PMI compuesto, que tiene en cuenta la evolución del sector servicios y manufacturero de la eurozona, se situó en agosto en 51,9 puntos, frente a los 54,9 de julio, después de que la actividad de las fábricas de la zona euro se mantuviera a un nivel similar al de julio, con una lectura de 51,7 puntos, frente a los 51,8 del mes anterior, pero la actividad del sector servicios se enfriase hasta 50,5 puntos desde los 54,7 de julio, un nivel próximo al estancamiento.
La ralentización del ritmo de expansión económica fue generalizada entre las principales economías de la eurozona, aunque Italia, con una lectura de 49,5 puntos, y España, con un resultado de 48,4 puntos, se situaron a la cola de la recuperación en agosto al ofrecer nuevos síntomas de debilidad, mientras que Alemania, con 54,4 puntos, Irlanda, con 54 enteros, y Francia, con 51,6, se mantuvieron en territorio expansivo.
Pero lo cierto es que la actividad de las empresas españolas volvió a entrar en agosto en territorio recesivo, arrastrada por la incertidumbre. La actividad del sector privado en España se redujo principalmente debido al deterioro de los nuevos pedidos, no muy significativo en el sector manufacturero, pero notable en el sector servicios.
De este modo, la pérdida de puestos de trabajo en el sector privado continuó en agosto, ya que las empresas, dada la poca presión en la capacidad y la incertidumbre sobre el panorama económico, continuaron recortando la dotación de personal, con una mayor intensidad en las empresas de servicios.
"Los datos del sector servicios de agosto destrozarán las esperanzas de quienes desean ver una recuperación en forma de 'V' en la economía del sector servicios de España, ya que la actividad se contrajo debido a la falta de nuevos pedidos recibidos", advirtió Paul Smith, economista de IHS Markit, quien apuntó que los sectores relacionados con el turismo y el contacto social son los más afectados.
"Dado que es probable que los brotes de la COVID-19 continúen al menos a corto plazo, las empresas se muestran comprensiblemente cautelosas sobre el porvenir. De hecho, muchas de ellas prevén tiempos difíciles en el futuro y se espera que la pérdida de empleo aumente a medida que avanza el año", añadió.
En este sentido, el experto apuntó que el mayor tamaño del sector servicios en la economía de la región contribuyó a neutralizar el mayor optimismo de los resultados de la encuesta manufacturera de agosto, destacando el aumento de la preocupación por los rebrotes, especialmente entre las empresas orientadas al consumidor y principalmente en España e Italia, donde las medidas de contención del virus siguieron siendo particularmente estrictas.