Inasequible al desaliento con tal de mantener su previsión de "recuperación en V asimétrica" y de que la recuperación está cogiendo fuerza, la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño ha aparecido este lunes para avanzar que veremos un crecimiento del PIB en el tercer trimestre del 10% y una creación de empleo de 333.000 puestos de trabajo entre julio y agosto.
Después de los desplomes en el empleo y en los resultados del sector turístico de la campaña de verano, así como la brutal destrucción de empresas, o el histórico desplome del PIB, que nos coloca a la cola de la OCDE como el país desarrollado en el que más ha caído la economía, Calviño se agarra al ligero arranque de la actividad que ha permitido el fin del estado de alarma y la incidencia, por minúscula que ésta sea, de la campaña veraniega, para vender una vigorosa recuperación.
Habrá que esperar a conocer los datos oficiales cuando éstos se publiquen, aunque a nadie se le escapa que si la vicepresidenta económica habla de una subida del PIB del 10% y un crecimiento de empleo de 333.000 puestos de trabajo, las cifras oficiales poco se moverán de esa estimación. Claro que, el balance que habrá que analizar de esas cifras no será el que cogerá de referencia el Gobierno para vender su "V asimétrica", una circunstancia meramente estacional y debido al desplome sin precedentes que provocó el estado de alarma, sino las tasas interanuales, y, fundamentalmente, el balance de bajas desde que empezó el confinamiento. Es decir, tendremos que comparar tanto la tasa de creación de empresas que registrábamos antes de la pandemia con la de ahora, y también la tasa de creación de empresas del mismo periodo del año anterior, también el número de empresas que quedan "vivas" tras el impacto, así como el número de personas que estaban trabajando antes del impacto de la pandemia, y las que hay a finales de agosto.
En cuanto al PIB, los indicadores macroeconómicos no descartan una subida coyuntural de un 10% respecto a julio. Pero es que entonces la caída del PIB fue del 18%, y del 22% en tasa interanual. Sumando la caída del PIB en los primeros seis meses del año, se eleva al 23,7%. Es de suponer que con la apertura de la actividad esto crezca, pero sencillamente maquillará una tendencia que refleja un problema fundamental: la crisis sanitaria y la gestión que de ella ha hecho el Gobierno ha arrasado con el tejido productivo y el empleo en nuestro país.
El optimismo de Calviño
Pero como decíamos, Calviño es inasequible al desaliento y así lo ha demostrado este lunes durante la inauguración del curso 'El sistema financiero y la crisis de la covid-19. Retos y compromisos' organizado por la Asociación de Periodistas Económicos (APIE) y BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
La ministra ha dejado claro que los modelos de crecimiento de la economía que maneja el Gobierno ya incorporaban un escenario de rebrotes.
Sí. La misma que dijo que el coronavirus no tendría impacto en nuestra economía, o que este sería testimonial y coyuntural, o que, una vez impactado consideró que tendríamos un vigoroso rebote hacia el verano, dice ahora que "Nuestra previsión es que el crecimiento será muy intenso y superior al 10% en el segundo trimestre, lo que nos permitirá también seguir avanzando en el plano del empleo, que es la piedra de toque de la recuperación del país", ha resaltado, tras apuntar que es necesario que se controlen los rebrotes para seguir con esta senda de progresiva recuperación.
"Si se siguen controlando los rebrotes seguiremos en la senda de progresiva recuperación para tener un crecimiento más robusto en 2021, pero a nadie se le escapa que la recuperación está siendo asimétrica", ha apostillado la vicepresidenta.
Respecto a las cifras de empleo del mes de agosto, que se conocerán este miércoles, la ministra ha avanzado que, aunque falta el dato del último día del mes, se han incrementado en casi 333.000 las afiliaciones del Régimen General de la Seguridad Social y en casi 19.000 las del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) en comparación con el 30 de junio.
Desde abril, los datos de afiliación muestran un incremento de 440.000 trabajadores por cuenta ajena y de cerca de 60.000 en el caso de los autónomos, lo que hace que la cifra total de trabajadores por cuenta propia esté en línea con la registrada antes del estado de alarma.
Calviño ha puesto en valor que es relevante que ya hayan vuelto al trabajo el 75% de las personas que estaban acogidas a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). "Esta misma tendencia se observa en la afiliación a la Seguridad Social, que, aunque el último día de agosto es negativo, las tendencias que se han ido observando en julio y agosto son más positivas", ha incidido. Se le olvidaba a Calviño recordar que el fin de la temporada veraniega llegar precisamente a final de agosto y la tendencia que se observa en los meses de julio y agosto es, sencillamente, estacional, propia de la temporada veraniega que, de paso, ha sido un auténtico desastre para el sector.
Pese a que, según el Banco de España, un cuarto de las empresas españolas está en quiebra técnica, y los primeros cálculos de destrucción de tejido empresarial hablan de una desaparición de más de 130.000 empresas, Calviño cree que se ha conseguido preservar una buena parte del tejido económico para afrontar la fase de recuperación. "Todas estas medidas suponen un importante coste fiscal y necesitan un esfuerzo de la población para evitar una destrucción de empleo", ha remarcado.
El relanzamiento del país
Tan optimista es Calviño que ha señalado que "Tenemos una base para que podamos pasar a la fase de relanzamiento de nuestro país movilizando cuantiosos recursos y garantizando que se dirigen a los sectores con mayor potencial de futuro", según ha anunciado Calviño, quien ha afirmado que el Gobierno está trabajando muy intensamente en el desarrollo de un plan de relanzamiento y resilencia del país, que se centra en las reformas e inversiones que se tienen que impulsar en los próximos dos años para reducir el desempleo estructural y relanzar la economía, en palabras de la ministra.
¿Y qué significa esto? Pues que el Gobierno va a gastarse los más de 70.000 millones que se supone que nos va a dar Bruselas a fondo perdido en transición energética, la economía verde, el emprendimiento o la transformación digital. Es de suponer que los autónomos o esas empresas que llevan en estado de coma durante toda la pandemia, o ese 30% de empresas que no pueden hacer frente a sus compromisos financieros, se lleven las manos a la cabeza al comprobar que los planes del Gobierno no pasa por dotarles de la liquidez de la que les privó obligándoles a cerrar sus negocios durante tres meses.
Pero según Calviño, este plan permitirá que España pueda aprovechar al máximo la gran oportunidad que suponen los recursos que la Unión Europea va a poner a disposición de los estados miembros para salir "lo más fuertes posibles de esta crisis".
Para la vicepresidenta, "no podemos pretender salir por el camino por el que entramos, tenemos que abordar los desafíos inaplazables y atajar los desequilibrios que venimos sufriendo desde hace años, como son el alto paro estructural, la deuda pública o los niveles de desigualdad", ha apuntado.
Tampoco esconde Calviño que el Gobierno ha disparado el gasto público colocando el déficit y la deuda en una posición insostenible: "Este año prevemos tener que emitir 100.000 millones más de lo que teníamos previsto, un volumen de recursos que tiene que ser emitido en el futuro", según Calviño.
El objetivo, aprobar los PGE
Preguntada sobre los ERTEs, la vicepresidenta ha destacado que este instrumento se debe ajustar a los sectores que más lo necesitan para seguir avanzando en la mejora de la economía y del apoyo al empleo.
Por último, respecto a las cuentas públicas del próximo año, la ministra ha puesto de relieve que los Presupuestos son "cruciales" para poder absorber los recursos comunitarios y para que el país pueda tener una senda de crecimiento "robusta".
"Estamos venga a hablar de la movilización de inversiones públicas y privadas y parece que no somos conscientes de que esto requiere de unos Presupuestos adecuados a la realidad actual y que nos permitan canalizar los recursos públicos, nacionales y comunitarios, que tienen un papel clave en los próximos años para que se puedan hacer realidad estos deseos compartidos de programas e inversiones que el país necesita", ha apostillado la ministra.
Por ello, ha apelado a la responsabilidad colectiva para que, cuanto antes, se puedan tener unos Presupuestos que permitan dar la respuesta necesaria a la situación por la que atraviesa el país desde el punto de vista sanitario, económico y social.