La cantante colombiana Shakira está imputada por seis presuntos delitos fiscales referidos a los años 2012, 2013 y 2014. Hace ahora un año, la intérprete compareció ante la justicia española para intentar aclarar lo sucedido, pero no logró que el proceso siguiese avanzando en los tribunales, donde Hacienda le acusa de tributar 14,5 millones menos de lo debido.
La vida de Shakira, cuyo nombre real es Isabel Mebarak Ripoll, ha estado bajo la lupa de la Agencia Tributaria desde hace años. Aunque la cantante ha argumentado que su residencia fiscal está en las Bahamas, la legislación española considera que cualquier persona que pase más de la mitad del año en nuestro país debe tributar en la Vieja Piel de Toro.
Así las cosas, la Agencia Tributaria ha preparado un exhaustivo informe en el que recurre a todo tipo de tácticas para comprobar cuántos días del año ha residido Shakira en España. Según la inspectora encargada de hacer el seguimiento, la cantante pasó 246 días en España en 2012, 210 días en 2013 y 243 en 2014, situándose por encima de las 184 jornadas que marcan la diferencia y hacen que el contribuyente pase a ser considerado residente fiscal en nuestro país.
Parte del informe de la Agencia Tributaria, firmado por la inspectora Susana C., ha sido filtrado al diario El País. Su publicación pone de manifiesto las "orwellianas" técnicas de investigación empleadas por las autoridades para seguir al milímetro los pasos de Shakira, acusada de defraudar 6,1 millones en 2012, 3,6 millones en 2013 y 4,1 millones en 2014.
La inspectora Susana C. ha seguido la pista de Shakira por casi 200 comercios de Barcelona, hasta el punto de obtener su ficha de cliente o sus fechas de visita en clínicas y centros de estética, estudios de grabación… La cosa no acabó ahí, porque Hacienda también ha acudido a agencias como Getty para obtener imágenes tomadas por los paparazzi que reflejan el día a día de la cantante en España. Y, no lo olvidemos, la propia cantante ha facilitado el rastreo al emplear sus redes sociales para compartir imágenes de su vida en Barcelona.
La estrategia fiscal de Shakira, cuestionada primero por Hacienda y ahora también por la Justicia, fue concebida hace ahora doce años. Según las autoridades fiscales, la cantante colombiana cedió sus derechos de imagen a una empresa radicada en Islas Vírgenes. Dicha sociedad hizo lo propio con otra empresa con sede en Luxemburgo, Ace Entertainment, que habría suscrito un contrato de 300 millones con la promotora Live Nation a cambio de celebrar un determinado número de conciertos durante los diez últimos años.
La AEAT sostiene que Ace Entertainment llegó a un acuerdo con las autoridades de Luxemburgo para pagar solo el 2% de los beneficios derivados de esta operación. El resto habría fluido neto a la citada sociedad de las Islas Vírgenes, que a su vez habría transferido tales rentas a una mercantil de las Islas Caimán.
Aunque Shakira ha presentado gastos de luz, agua o televisión para defender que su residencia está en Bahamas, la Agencia Tributaria cree haber demostrado con suficiencia que estos gastos corresponden al funcionamiento cotidiano de la finca. Al no haber presentado más documentación, como por ejemplo billetes de avión, Shakira tiene complicado mantener ante el juez que su residencia estaba, en efecto, en su casa de Nassau.
El traslado de Shakira a España está asociado a su noviazgo con el futbolista Piqué, hoy padre de sus hijos, que el pasado año perdió en la Audiencia Nacional un contencioso con la Agencia Tributaria que le obligó a pagar 1,5 millones de euros al fisco.