Histórico acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea. Tras varios años de tira y afloja entre ambos bloques, Washington y Bruselas comunicaron a última hora del pasado viernes que han alcanzado un pacto para reducir los aranceles vigentes en distintos tipos de productos intercambiados de forma cotidiana a ambos lados del Atlántico.
El acuerdo, que supone el primer pacto comercial entre ambos socios en más de dos décadas, contempla por ejemplo la eliminación de las tasas de importación aplicadas a las importaciones de langosta procedente de suelo norteamericano. En 2017, Bruselas creó distintas barreras arancelarias que ahora van a ser replegadas de forma progresiva, durante un periodo de cinco años que terminará resultando en la eliminación permanente de estas tarifas.
Por su parte, Washington ha acordado un recorte del 50% en las tasas arancelarias aplicadas a distintos productos europeos que hoy por hoy están siendo gravados con distintas tarifas que encarecen su entrada en el mercado norteamericano. Entre dichos productos figuran las comidas preparadas, las vajillas de cristal, los productos de tratamiento de superficies o los mecheros.
Las importaciones de langosta desde Estados Unidos suponen anualmente un volumen de comercio superior a los 94 millones de euros. En cuanto a los bienes europeos que pronto entrarán en suelo norteamericano libres de aranceles, sus ventas suponen una media anual cercana a los 136 millones de euros.
Hablamos, claro está, de medidas sectoriales que no tendrán un gran impacto para la economía en su conjunto pero que sí suponen un alivio para las ramas de actividad afectadas. Además, se espera que este acercamiento entre ambos bloques permita allanar el camino para acuerdos más generales o incluso para reanudar las conversaciones sobre un pacto comercial a gran escala.
De momento, el comisario europeo de comercio, Phil Hogan, y el representante de comercio exterior de Estados Unidos, Robert Lighthizer, han emitido un comunicado conjunto en el que destacan que el acuerdo "traerá resultados positivos" y añaden que ambas partes "esperan que marque el inicio de un proceso que lleve a nuevos acuerdos para crear un comercio transatlántico más libre, justo y recíproco".