El coronavirus está causando verdaderos estragos en la economía de la zona euro. Ante esta circunstancia tan anómala, el BCE ha decidido ampliar su programa de compras hasta los 1,3 billones de euros, en un esfuerzo monetario sin precedentes que debería servir para paliar los terribles efectos de la pandemia sobre el tejido productivo y económico europeo.
Por supuesto, este nuevo programa de compras, que previsiblemente durará, al menos, hasta bien entrado 2021, anticipa unos tipos de interés del 0% durante mucho tiempo, más del previsto inicialmente. Una circunstancia que tendrá un enorme impacto en el sector financiero y en el ahorro de las familias.
Una noticia muy negativa para los bancos
Para las entidades financieras, la materia prima es el dinero. Es el activo imprescindible para su negocio, ya que actúan como intermediarios entre los oferentes, es decir, los ahorradores que buscan una cierta rentabilidad en los depósitos a plazo fijo, y los demandantes de dinero, los que se endeudan para comprar una vivienda o para poner en marcha su negocio. La diferencia entre el interés que pagan por los depósitos y el que reciben por los préstamos o créditos se conoce como margen de intermediación, y es la principal fuente de ingresos de la banca.
El problema es que, cuando el dinero no vale nada, lograr beneficios es misión casi imposible. Las soluciones no son nada evidentes, y la mayoría de bancos han optado por recortar sus gastos o buscar fuentes de ingresos alternativas vía comisiones o a través de la comercialización de otros productos, como la venta de pólizas de seguros, fondos de inversión y planes de pensiones. Los tipos cero han supuesto el cierre de sucursales bancarias y la digitalización de los bancos, y han acelerado el proceso de operativa online.
Sin embargo, el mercado no ha reaccionado de forma positiva a estas circunstancias. En los últimos cinco años, la cotización bursátil de los 60 mayores bancos europeos se ha desplomado de media un 23,8% y todo hace prever que seguirá su escalada negativa mientras no cambie este paradigma.
Y una mayor penalización para el ahorrador
Los ahorradores también están sufriendo las consecuencias de los bajos tipos de interés del BCE. Desde hace unos años, quienes buscaban una cierta rentabilidad han tenido que asumir un riesgo financiero para el que muchas personas no estaban preparadas.
De hecho, buena parte del capital se ha canalizado de los depósitos a plazo fijo a fondos de inversión. Según datos de Inverco, el patrimonio de los fondos de inversión domésticos ha aumentado un 20% en los últimos cuatro años, y eso que la crisis de la Covid-19 ha provocado un importante flujo de salida de capital de este tipo de instrumentos.
¿Qué debemos hacer como ahorradores con estos bajos tipos de interés?
Los expertos calculan que la situación de inestabilidad económica desatada por la Covid-19 se extenderá hasta más allá de 2022. Ante este panorama, los depósitos de bancos online extranjeros son una opción interesante, a pesar de este entorno de bajos tipos de interés.
Para inversores que prefieren un tipo de ahorro más conservador existe una amplia oferta de depósitos de bancos extranjeros que ofrecen altas rentabilidades. Un ejemplo son los depósitos a plazo fijo de Raisin, con una interesante subida en los tipos de interés que alcanza hasta el 1% TAE a un año.
Este tipo de inversión supone una doble ventaja, ya que juega con la no subida de los tipos de interés por parte del BCE, ofreciendo una rentabilidad muy atractiva en base a esos tipos.