Este verano, un gran número de piscinas municipales y comunitarias han sido cerradas como medidas de protección sanitaria. Pero, las altas temperaturas están haciendo que surja un curioso fenómeno: el alquiler de piscinas privadas por días. La empresa Swimmy, conocida como el Airbnb de las piscinas, hace posible que cualquier persona pueda alquilar una piscina por menos de 20 euros en diferentes puntos de España. Por eso hemos hablado con Anaïs Ferrández, directora de comunicación internacional de Swimmy.
¿Cómo y cuando surgió la idea de crear un Airbnb de las piscinas?
Swimmy, conocido como el Airbnb de las piscinas, se fundó por Raphaëlle de Monteynard en Francia, el mayor mercado europeo de piscinas. La idea surgió en 2017 estando con una amiga en la piscina, ya que se dieron cuenta de que las piscinas de alrededor estaban prácticamente vacías. Pensaron que, si los vecinos hubiesen alquilado sus piscinas durante el día o media jornada, esta idea sería un win-win: los alquilados podrían disfrutar de un momento de felicidad, mientras a los propietarios les permitiría rentabilizar su bien. Raphaëlle contactó con 423 propietarios para poder comenzar Swimmy. Tras ver su éxito en dos años en el país galo, decidió llevarla a España el verano de 2019.
¿Estos alquileres cumplen con las normativas de seguridad sanitaria?
Nos ocupamos de poner al día a todos los propietarios sobre las normativas de seguridad. A principios de la temporada, mandamos una guía de buenas prácticas a seguir (ya que no hay que olvidar que se trata de una piscina en una propiedad privada), recomendando a los propietarios y usuarios que llevasen siempre las mascarillas al verse, que tuviesen gel hidroalcohólico a disposición y que los propietarios efectuasen una limpieza en profundidad tras cada visita. Al fin y al cabo, ellos son quienes disfrutan de ese bien (el cual les pertenece) una vez que los usuarios se marchan. El propietario es el primer interesado en mantener su piscina y sus alrededores limpios y desinfectados.
¿Habéis notado un fuerte aumento de la demanda de este servicio?
Desde Swimmy, somos conscientes de que hay muchas empresas del sector de ocio y turismo que durante y tras la pandemia, se encuentran en situación crítica. Sin embargo, esta situación ha catapultado a Swimmy en ambos países. Respecto al año pasado, hemos multiplicado por 8 nuestra cifra de negocio, y las demandas por 4 (entre Francia y España). Si nos centramos únicamente en nuestro mercado, la demanda se ha multiplicado mucho más: el año pasado no tuvimos prácticamente alquileres, ¡así que hemos multiplicado por más de 20 la demanda! Entonces, sí, sin duda, hemos notado un fuerte aumento de la misma, y mucho más rápido de lo que esperábamos.
¿Creéis que ha llegado para quedarse o que solamente durará este verano debido a la situación sanitaria?
Efectivamente, nuevos perfiles han llegado a Swimmy gracias al Coronavirus, pero también tenemos a muchos usuarios que lo utilizan porque le gustan el concepto. En Francia, este negocio ha funcionado bien desde que se fundó. Lo que ha "conseguido" la pandemia es aumentar el ritmo al que crecemos. Pero, al fin y al cabo, lo que Swimmy propone es pasar un tiempo de calidad e intimidad, algo que no es factible en una piscina municipal o comunitaria. Vemos a gente que viene a pasar tiempo de familia, celebrar cumpleaños, quedadas entre amigos, despedidas de soltero/a, y hasta bodas. ¿Por qué? Porque en estos momentos la felicidad se comparte, y se quedarán en la memoria de la gente.
¿Cómo debe tributar el arrendador estos alquileres?
Todo importe percibido debe aparecer en la declaración de la renta como arrendamiento de su capital inmobiliario. Swimmy envía un justificante del total que han ganado los propietarios en la plataforma y este importe figurará en su declaración anual del IRPF.
¿Habéis recibido algún tipo de impedimento por parte de algún organismo oficial?
No, hasta el momento ninguna institución se ha puesto en contacto con nosotros para limitar el progreso de nuestra sociedad.