España superó la primera fase de la pandemia de la covid-19 con un balance desolador. Nuestro país cerró el primer semestre de 2020 como el más afectado por el coronavirus en lo tocante a su métrica más delicada: la de la mortalidad por habitante. Indicadores así explican que la Universidad de Cambridge concluyese que el gobierno de España fue el que peor gestionó la emergencia sanitaria.
En las últimas semanas también ha quedado claro que el gobierno de coalición conformado por socialistas y comunistas tampoco ha sido capaz de sentar las bases para un manejo más satisfactorio de los rebrotes que, previsiblemente, se irán sucediendo hasta que surja una vacuna efectiva, para lo cual podría ser necesario otro semestre de adaptación al patógeno.
Las cifras generales que arrojan los primeros "rebrotes" son preocupantes en comparación con otros países de nuestro entorno. De hecho, en las últimas semanas somos con diferencia el país europeo con peor evolución en las estadísticas de contagios. Hay, pues, razones para estar preocupados, de modo que no es de extrañar que en el sector turístico hayan vuelto a dispararse las cancelaciones, especialmente ahora que países como Reino Unido anuncian restricciones a los viajeros que pasen por nuestro país.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la situación sanitaria con la que lidiamos hoy no es la misma que la del primer trimestre del año. La población se ha visto obligada a adaptarse al covid-19, modificando sus hábitos de vida y alterando sus patrones de comportamiento para reducir su exposición al patógeno. Esto ha permitido que la gravedad de los nuevos contagios esté siendo mucho menor. Por tanto, con los datos encima de la mesa, es absurdo plantear otro confinamiento ahora, que no solo no tendría un impacto notable en materia sanitaria, como ya muestra la experiencia comparada de España y otros países, sino que tampoco tiene fundamento alguno en las cifras de incidencia del coronavirus.
Sólo el 3% requiere hospitalización
Así, si estudiamos la última actualización del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, encontramos que en los siete últimos días se han producido 12.907 contagios. Es posible que la cifra real de positivos sea mayor, puesto que España sigue teniendo deficiencias notables en su capacidad de rastreo y diagnóstico. Pero donde no hay margen de error es en las hospitalizaciones, porque tales escenarios se recogen de forma certera y automática. En total, de los 282.641 positivos que ha registrado España de forma oficial, unos 126.690 exigieron algún tipo de hospitalización, lo que supone el 45% del total. Sin embargo, el último estudio de seroprevalencia realizado por el ministerio de Sanidad señala que 2,4 millones de personas habrían sufrido la enfermedad del coronavirus, de modo que la tasa de hospitalizados sería del 5%.
Por otra parte, si cruzamos el número de nuevos positivos con la cifra de nuevos hospitalizados, vemos que solo el 3% de los nuevos diagnosticados entran en esta categoría (427 de un total de 12.907 contagiados). Es más: si solo nos fijamos en los casos que han ingresado en UCI, vemos que esta cifra es aún menor (solo 21 ingresos UCI en la última semana). Y, no lo olvidemos, la comparativa se hace dando por bueno que el dato de 12.907 contagiados sea el real y no solamente un reflejo de la (limitada) capacidad de rastreo y medición de las autoridades sanitarias, con lo cual el porcentaje real de ingresados respecto al total de afectados sería aún menor.
Poner estos datos en perspectiva es fundamental, porque permite poner en contexto la situación actual. Evidentemente, las cifras epidemiológicas han empeorado más que en otros países, de modo que nuestra situación vuelve a ser más vulnerable. Sin embargo, es cierto que la adaptación del grueso de la población y, especialmente, de los grupos de riesgo (por ejemplo, los mayores de 60 y especialmente 70 años de edad) ayuda a que los "rebrotes" sean mucho más manejables.
En paralelo, es importante tener en cuenta los hallazgos médicos que no estaban encima de la mesa hace meses, pero que sí nos ayudan a esclarecer la situación actual. Por ejemplo, la revista Nature acaba de publicar un artículo en el que señala que una de cada tres personas podría estar "inmunizada" ante el covid-19, gracias a los virus de los resfriados comunes. Por otro lado, un destacado grupo de epidemiólogos que lidió con la pandemia en Milán ha concluido que los nuevos afectados por coronavirus lidian con una carga infecciosa hasta cien veces menos grave, lo que significa que el patógeno podría haberse "suavizado" con el paso del tiempo.