Cuando internet llegó a nuestras vidas, también lo hizo la piratería, y con ello, las ventas de las discográficas comenzaron a bajar. Cada vez vendían menos discos y los artistas sufrían para llegar a los niveles de facturación anteriores a la expansión de internet. De hecho, según los datos de lfpi, en 1999 la industria facturaba 23.800 millones de dólares (20.300 millones de euros), mientras que en 2008 apenas llegaba a los 16.800 millones (14.830 millones de euros). Sin embargo, las discográficas comenzaron a ir recuperando terreno desde lo anotado en 2008 y a comenzar a sacar partido al streaming.
En 2017 se superó por primera vez el volumen de facturación de 2008 y ya en 2018 se llegó, de nuevo, a los 19.100 millones de dólares (16.861 millones de euros). Pero esto no es todo. Según MIDiA, en 2019 los ingresos generados por la industria musical rompieron la barrera de los 20.000 millones al situarse en los 21.500 millones de dólares (18.980 millones de euros). Aunque todavía no se ha llegado al récord de 1999, un dato al que también habría que descontar la inflación, los registros de la industria apuntan a una recuperación que se está consolidando cada vez más gracias a las plataformas. De hecho, el número de usuarios que pagan por estos servicios crecieron un 32% entre 2017 y 2018 y la tendencia se mantiene al alza.
Otro interesante dato se encuentra en cómo se reparte esta facturación. En 2019, el 67,5% del volumen total se repartió entre las tres principales discográficas: Universal Music, Sony Music y Warner Music. Un 28,4% restante quedó en manos de otras discográficas más pequeñas e independientes y el 4,1% fue para los artistas que no cuentan con ninguna compañía detrás. Este último dato es realmente interesante porque en 2018 estos músicos sin discográfica solo representaban el 1,7%. Por tanto, su crecimiento se ha multiplicado sustancialmente gracias a las nuevas plataformas. En total, los cantantes independientes se repartieron 881,5 millones de dólares (778 millones de euros).
Estos datos también se reflejan en el crecimiento de los usuarios activos de Spotify. En el último trimestre de 2019, registraron 271 cuentas activas, un 31% superior al mismo periodo del año anterior. Aunque 153 millones usan la plataforma en la versión gratuita, 124 millones lo hacen en la premium, lo que supone un aumento del 29%. Solo en ese último trimestre, esta plataforma ingresó 1.855 millones de dólares (1.664 millones de euros). A Spotify se suma Apple Music y YouTube, que son las otras fuentes de ingresos de la industria musical en el streaming.