La Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) ha publicado la edición 2020 de su informe "Sanidad Privada: Aportando Valor". Dicho trabajo estima que el ahorro anual que propicia la atención sanitaria privada en beneficio de las arcas públicas ha ido a más en los últimos años y ya asciende a 16.000 millones de euros.
Los ciudadanos que solo acuden parcialmente al sistema privado generan un ahorro medio de 564 euros al año, al reducir notablemente la congestión de centros de salud y hospitales públicos. En el caso de los pacientes que solo reciben atención en centros privados, esta cifra asciende a 1.291 euros, lo que supone un alivio más que notable para el sistema nacional de salud.
Desde la Fundación IDIS recalcan que el porcentaje de ciudadanos que han contratado seguros de atención sanitaria privada ha subido progresivamente con el paso de los años, hasta alcanzar los 8,7 millones de personas cubiertas. Sin embargo, lo cierto es que el tratamiento fiscal asignado a quienes acuden a la sanidad privada deja mucho que desear.
Así, en el caso de los trabajadores por cuenta ajena, encontramos que la contratación de seguros médicos no es deducible, salvo en el caso de que una empresa decida cubrir de esta forma a todos sus trabajadores, lo que permite un cierto alivio fiscal en el Impuesto de Sociedades que luego abona la mercantil de turno. En cuanto a los trabajadores por cuenta propia, la regulación fiscal sí reconoce como deducible el pago de los seguros de salud, aunque impone un tope de 500 euros por cada beneficiario.
Las cifras del sector
La actividad privada en el campo sanitario gestiona el 30% de las intervenciones quirúrgicas, el 25% de las urgencias, el 24% de las altas e ingresos, el 20% de las consultas o el 18% de las estancias. El tiempo medio de espera tiende a ser mucho menor en el sector privado: por ejemplo, el paréntesis previo a una intervención quirúrgica tiende a situarse en torno a un mes.
La presión sobre el sistema sanitario generada por la covid-19 ha puesto de manifiesto la capacidad de su rama privada. Durante la pandemia, el 16% de los contagiados y el 14% de las UCI han sido gestionadas por el sector privado. En grupos como Ribera Salud encontramos que la tasa de trabajadores contagiados ha sido del 3,4%, seis veces menos del promedio observado en el sistema nacional de salud.
Es importante subrayar que el 50% de los profesionales de la sanidad privada son médicos o enfermeros (casi a partes iguales), mientras que la otra mitad de las plantillas corresponde a otro tipo de trabajadores.