En mayo de 2019 surgió en un concurso de emprendimiento la idea para desarrollar una innovadora startup llamada Shellock. Unos meses después, esta compañía se alzó con el primer puesto en el programa Santander X Explorer, donde se presentaron 500 proyectos diferentes. Ahora, la pequeña empresa española pretende revolucionar el mundo de la logística marítima para siempre.
El servicio que proporciona la startup es, a priori, muy sencillo de entender, ya que permite seguir a tiempo real los contenedores marítimos a través de unos sellos de geologalización reutilizables que envían datos de manera continuada. De esta manera, mediante una plataforma web, el vendedor y el comprador pueden ver a cada minuto la localización del envío.
Este innovador sistema dota a la logística a través del mar de una transparencia que no existía hasta ahora. Además, Shellock también calcula el tiempo exacto en el que llegará el contenedor a su lugar de destino, así como un sistema de notificaciones que alertan sobre cualquier incidencia en el envío. De esta manera, también son más detectables los posibles robos y los retrasos en los envíos.
Actualmente, cuando se envía un contenedor lleno de mercancías por vía marítima entran en juego hasta 16 intermediarios y el comprador y el vendedor tiene que utilizar el email o el teléfono para estar en contacto y saber cuándo llegará el pedido. Sin embargo, con estos sellos inteligentes es mucho más sencillo y rápido supervisar el seguimiento. Por ello, esta startup española quiere revolucionar el mercado de la logística.
Según la aseguradora Marsh, cada año las incidencias en los envíos a través del mar suponen una pérdida de 1.000 millones de dólares (unos 900 millones de euros). Entre los robos, las pérdidas y otro tipo de incidencias, las compañías muchas veces dan por perdidos los envíos. Sin embargo, con estos sellos con geolocalización es mucho más seguro y transparente el envío.
Shellock, además, pretende acabar con los sellos de plástico de un solo uso que se pegan en este tipo de contendedores. Este tipo de sellos producen unos 4.000 kilos de residuos plásticos cada año. Así, también ayudaría a reducir 11 toneladas de CO2 por cada 2.000 sellos de Shellocks.