Desde hace unos años los servicios de carsharing, motosharing e, incluso, bicisharing se han puesto de moda, ya que son una eficaz solución para poder desplazarse por las grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Sin embargo, la llegada de la covid-19 supuso una paralización total de estos servicios. "La movilidad compartida, como todos los sectores, se vio muy afectada por el confinamiento, puesto que la movilidad general cayó casi a cero. SHARE NOW (Car2go) fue la última compañía en retirar sus coches de las calles. Tras la declaración del estado de alarma el 15 de marzo sí que continuamos prestando nuestro servicio porque consideramos que eran esencial para los ciudadanos. Sin embargo, en abril la demanda bajó a cero y entonces SHARE NOW suspendió sus operaciones hasta el pasado 25 de mayo, cuando reanudamos el servicio", asegura David Bartolomé, director general de SHARE NOW.
La misma situación vivió la compañía Cooltra, que asegura que tuvo que parar el servicio durante 5 semanas debido a la orden de confinamiento y "principalmente para garantizar la seguridad de nuestro equipo y usuarios", afirma Timo Buetefisch, cofundador y CEO de Grupo Cooltra. En el caso de Portugal pararon 7 semanas. En cambio, en Italia no llegaron a suspender el servicio "ya que había mucha demanda para realizar trayectos de necesidad".
¿Qué medidas de seguridad han tomado?
Estas compañías han tenido que reforzar sus medidas de seguridad sanitaria para evitar que los usuarios que utilicen los vehículos se contagien. Para utilizar cualquiera de estos coches o motos es necesario el uso de mascarillas, se ofrecen toallitas hidroalcohólicas y hay cuadrillas móviles que desinfectan los vehículos entre usos a lo largo del día.
"Higienizamos nuestros vehículos y cascos diariamente, con especial atención en los puntos sensibles: puños, retrovisores y baúles. También renovamos los cascos con mayor frecuencia y aumentamos la cantidad de elementos de un solo uso (boinas y toallitas higiénicas). Estas medidas ahora también se aplican al nuevo servicio de bicicletas", explica Buetefisch.
Una oportunidad para el sector
La caída de la actividad entre marzo, abril y mayo no se recuperará hasta finales de 2020 o principios de 2021, según el CEO de Cooltra. "Si todo va bien y no se repite un confinamiento tan duro como el de esta primavera, calculamos que para finales de año o principios de 2021 volveremos a manejar las cifras de facturación que teníamos a principios de año. Aun así, la previsión de facturación anual obviamente se verá afectada, pero no podemos decir con certeza cómo quedará", explica. Pese a todo, el empresario confía en que esta crisis sirva para reforzar al sector. "Somos optimistas y creemos que vamos a vivir una etapa buena dado que, a raíz de esta crisis, la gente va a apostar más por la movilidad individual, al aire libre y sin aglomeraciones para exponerse al virus en menor medida. Es una buena oportunidad para el sharing ya que evita que las personas estén en espacios cerrados con muchas personas", agrega el CEO.
Bartolomé, por su parte, cuenta que todavía "no estamos al mismo nivel que antes de la covid. Si antes un coche compartido se usaba una media de 10-12 veces al día, ahora ronda las 8. Sin embargo, esta tendencia es al alza y prevemos que para final de año volveremos a estar en niveles previos a la crisis".