La Comisión Europea ha empeorado este martes su previsión sobre el comportamiento de la economía española este año y espera ahora una contracción del PIB del 10,9%, frente a la caída 9,4% que estimó hace unos meses, para más tarde rebotar un 7,1% en 2021, apenas una décima más que su cálculo anterior.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha publicado las previsiones de verano del Ejecutivo comunitario, que no actualizan otros indicadores como déficit y deuda públicas o el paro y se limitan a reflejar nuevos datos sobre PIB e inflación.
En el caso de España, Bruselas ha empeorado sus proyecciones para este año en un punto porcentual y medio. El desplome al cierre de 2020 sería del 10,9% tras un segundo semestre con cierto repunte que "no compensará totalmente" el impacto de las medidas de confinamiento decretadas en los primeros meses del año y que provocaron una "contracción sin precedentes" de la economía.
Después, la actividad "debería continuar recuperándose" en la primera mitad de 2021 para luego "moderarse gradualmente" en el segundo semestre del próximo año, en el que el crecimiento rebotará hasta el 7,1% gracias también a un efecto arrastre "fuerte" de los últimos meses de 2020. Aun así, el PIB al finalizar 2021 será todavía cuatro puntos inferior al de 2019.
Una vez superada la fase más exigente del confinamiento, los servicios económicos de la Comisión han señalado que la distancia social de la "nueva normalidad" y los cambios en el comportamiento de los consumidores tendrán un "impacto duradero" en aquellas actividades que requieren de "interacción personal", como la hostelería, los servicios personales o el entretenimiento.
En el sector del turismo internacional, el impacto será más grave por la conectividad aérea "reducida" a pesar de la apertura progresiva de las fronteras. En cambio, Bruselas espera un resurgimiento más rápido del sector industrial frente al sector servicios, aunque los cortes en las cadenas globales de suministro y la debilidad de la demanda impedirán que las manufacturas se normalicen antes de que acabe el año.
Con respecto al desempleo, el breve informe del Ejecutivo comunitario sobre España destaca que los ERTE "han ayudado a limitar las pérdidas de empleo a gran escala por ahora". Sin embargo, el texto añade que el "impacto desproporcionado" de la crisis sobre los sectores intensivos en mano de obra "provocará un aumento significativo de la tasa de desempleo". "Son probables mayores incrementos una vez que los ERTE sean retirados", avisa el documento.
El resto de países
"Las previsiones de verano muestran que el camino a la recuperación todavía está asfaltado con incertidumbre", ha resumido el comisario italiano durante la rueda de prensa. "La pandemia ha golpeado a la economía europea más que lo esperado previamente y a pesar de que un leve rebote está ahora empezando", ha añadido.
Bruselas, en concreto, prevé una contracción de la economía de la eurozona del 8,7% este año, un punto más de lo previsto en mayo, antes de rebotar un 6,1% en 2021. Para el conjunto de la UE, la Comisión estima que la recesión alcanzará el 8,3% y el bloque registrará un año después una recuperación del 5,8%.
La crisis golpeará especialmente a los países del sur de la UE. En particular, el PIB de Italia será el más perjudicado y se contraerá un 11,2% este año. Tras el desplome del 10,9% en España, Francia será el tercer país más afectado con una caída de su economía del 10,6%.
Estos tres serán los únicos países del euro con una recesión de tres dígitos. Después se encuentran Portugal (-9,8%), Grecia y Eslovaquia (-9%), Bélgica (-8,8%), Irlanda (-8,5%), Estonia y Chipre (-7,7%), Lituania y Austria (-7,1%) y Letonia y Eslovaquia (-7%). Por encima de esa caída se situarán, según Bruselas, Países Bajos (-6,8%), Alemania y Finlandia (-6,2%), Luxemburgo (-6,2%) y Malta (-6%).
Fuera de la zona euro, sólo Croacia sufrirá una caída de su PIB superior al 10% (-10,8%), seguido de República Checa (-7,8%), Bulgaria (-7,1%), Hungría (-7%), Rumanía (-6%), Suecia (-5,3%), Dinamarca (-5,2%) y Polonia -4,6%).