Por si había alguna duda, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado este jueves que es "inevitable" la aprobación de una reforma fiscal acompasada con el crecimiento económico y que avance en "justicia fiscal", que contemplará una subida del IRPF a las rentas altas, un aumento del tipo del Impuesto de Sociedades para las grandes corporaciones o un alza de impuestos especiales y medioambientales, entre otros. Bien es cierto que, aunque dice que ahora es inevitable incrementar la fiscalidad a los españoles, ya llevaba estas medidas en su acuerdo de Gobierno de Coalición con Podemos. Entonces, no había pandemia en España.
Sánchez cree que el impuesto a grandes fortunas propuesto por Unidas Podemos podría ser un "fetiche", por lo que opta por subir Patrimonio y otros gravámenes existentes, como ya avanzamos en Libre Mercado esta misma semana.
Así lo ha indicado Sánchez en una entrevista en La Sexta recogida por Europa Press, en la que ha afirmado que "sin duda" hay que recalibrar la cesta de impuestos, tal y como ha recomendado esta semana el Banco de España, ya que una vez se supere la fase de estímulo para salvaguardar las rentas y el tejido productivo, habrá que reducir el déficit y la deuda pública, y al mismo tiempo fortalecer el sistema de bienestar.
Aunque Sánchez no lo dice, lo que quiere el Banco de España es subir el IVA. No el tipo general, sino los tipos reducidos y superreducidos. Sin embargo, otros países europeos, como Italia o Alemania, han preferido reducir este tributo para incentivar el consumo
"Hemos resistido, ahora toca entrar en una senda de recuperación de crecimiento, empleo y cohesión", ha enfatizado Sánchez, subrayando que la respuesta debe ser "transformadora", incorporando la digitalización y la transición ecológica y pasando por "robustecer" el Estado del bienestar, por Europa y la protección de empresas y trabajadores para reactivar la economía.
Para ello, ve "inevitable" acometer una reforma fiscal "acompasada al crecimiento económico", en línea con lo previsto ya por el Ejecutivo en el acuerdo programático entre el PSOE y Unidas Podemos.
Así, tras acometer un "esfuerzo sin precedentes" con medidas como los ERTE o los avales del ICO, Sánchez ha recordado que España presenta una diferencia de 7 puntos de PIB respecto a los ingresos fiscales en comparación a la media de la UE, algo "insostenible" para poder contar con un sistema de salud público "extraordinario" en línea con el de los países nórdicos.
"Vamos a hacer una reforma fiscal, queremos tener un Estado de bienestar y vamos a hacer justicia fiscal", ha apostillado, lo que pasa por "subir impuestos a grandes corporaciones y no a pequeñas y medianas empresas", así como "intensificar" la imposición medioambiental, según ha detallado.
Incremento de Patrimonio
Preguntado sobre si el Ejecutivo contempla modificar los tipos reducidos del IVA y su postura acerca del 'impuesto para ricos' propuesto por Unidas Podemos, Sánchez no se ha pronunciado sobre lo primero y ha insistido en que lo más importante es la justicia fiscal. Así, ha recordado que el impuestos a grandes fortunas "no estaba dentro del acuerdo de Gobierno".
"Intelectualmente cómo vamos a estar en contra de que aquellos que tienen más paguen más impuestos", pero "la cuestión es si no deja de ser un fetiche o entramos de lleno donde están esos patrimonios y les hacemos tributar", ha respondido, apuntando su preferencia hacia otros impuestos como el de Patrimonio y otros ya existentes.
En este sentido, ha recordado que las grandes corporaciones pagan un tipo en el Impuesto de Sociedades inferior al 10%, mientras que las pequeñas empresas y los autónomos "pagan más", por ello que cree ese es el debate que hay que abordar. Asimismo, ha apuntado en materia de IRPF, que la propuesta del Ejecutivo pasa por aumentar la fiscalidad de los tramos más altos.
De esta forma, el Ejecutivo mantiene la idea de reforma fiscal contemplada ya en el acuerdo programático, que incluía como medidas un tipo mínimo del 15% en Sociedades, del 18% para banca y petroleras, un gravamen del 5% de los dividendos a empresas, la creación de las tasas Tobin y Google, un aumento del IRPF a las rentas altas; una subida del 1% en Patrimonio a fortunas de más de 10 millones, la equiparación del diésel con la gasolina o una nueva ley de lucha contra el fraude, a las que se han sumado posteriormente el impuesto a plásticos de un solo uso, y la intención de un nuevo impuesto especial al transporte aéreo.