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Más allá de la tasa covid: los otros "impuestos a los ricos" que no rechaza el PSOE

El Programa de Gobierno de PSOE y Podemos contempla subidas fiscales a las rentas altas. Patrimonio vuelve a estar en la diana.

El Programa de Gobierno de PSOE y Podemos contempla subidas fiscales a las rentas altas. Patrimonio vuelve a estar en la diana.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, junto a Calvo y Torra | EFE

España no impondrá ninguna tasa de reconstrucción o tasa covid. Pablo Iglesias ha fracasado —esta vez— en su intento de colar su famoso impuesto a los ricos en la Comisión del Congreso sobre la reconstrucción económica de España por la pandemia del coronavirus. El PSOE y Podemos registraron la semana pasada un borrador con las conclusiones de la Comisión y no había ni rastro de este tributo.

Lo cierto es que, en esas casi 100 páginas del documento divididas en varios bloques, las medidas concretas brillaban por su ausencia. El texto está cargado de vaguedades donde, fundamentalmente, escasean las explicaciones sobre cómo se plantea España pagar la lista infinita de objetivos que proponen ambos partidos (desde sanitarios a sociales, pasando por los económicos) para superar la debacle del país.

El bloque 6 lo habían titulado como "Política fiscal y eficiencia en el gasto público". En este apartado, sus autores reconocen que "los efectos de la covid-19 sobre las arcas públicas implican a corto plazo tanto una fuerte elevación del gasto público, resultado de financiar las medidas de emergencia, como en un desplome de los ingresos, tanto por el cese abrupto de actividad, como por las medidas de alivio fiscal". Es decir, España necesita ahora costear un mayor gasto, pero tiene menos recursos para hacerlo.

¿Qué hará el Gobierno para solucionarlo? "Para ello, nuestro país requiere de una reforma de sus ingresos que reduzca su margen o gap con respecto a la media de la eurozona", explican. Curiosamente, este argumento es el mismo que esgrimía el pasado martes la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que dijo que España todavía tenía "margen" para aumentar la recaudación en 6-7 puntos del PIB. Esto implicaría una subida fiscal de más de 64.000 millones de euros, tal y como recoge José María Rotellar en Libre Mercado, por lo que, aunque el impuesto a los ricos de Iglesias no haya llegado a convencer ni a la propia ministra de Hacienda, esto no significa que el PSOE haya desechado de su agenda las subidas fiscales. Ni mucho menos.

Acorralar la riqueza

"Nuestra política fiscal habrá de avanzar en términos de mayor capacidad recaudatoria, con una menor distancia entre los tipos impositivos nominales y los efectivos, pero una mayor capacidad recaudatoria también guiada bajo criterios de progresividad, en línea con lo marcado por el artículo 31 de la Constitución", reza el borrador, sin mencionar a ninguna figura tributaria concreta. "Y habrá de ser una fiscalidad mejor adaptada y acorde a la realidad económica, tecnológica, social y de transición ecológica en la que vivimos. Una fiscalidad, por tanto, más justa y redistributiva, para asegurar que los beneficios del crecimiento económico redunden en el conjunto de la ciudadanía, pero más en quienes más lo necesiten". En este sentido, el Gobierno ha dado luz verde a las llamadas tasa Google y tasa Tobin, que ya han superado los primeros trámites parlamentarios y esta semana empezarán a debatirse en el Congreso sus enmiendas parciales. Con el impuesto a los servicios digitales y el de las transacciones financieras, el Gobierno pretende recaudar 968 y 850 millones de euros al año, respectivamente.

Aunque son unas cifras demasiado optimistas, las previsiones de ingresos de estos dos tributos no se acercan, ni de lejos, a esa hipotética subida de más de 64.000 millones que, según el Gobierno, necesita España. Por tanto, es evidente que, próximamente vendrán más subidas fiscales. A continuación, algunos de los otros "impuestos a los ricos" que sí figuran en el programa de Gobierno de coalición que elaboró el PSOE con Podemos el pasado año:

  • Incremento de dos puntos el IRPF para las rentas de más de 130.000 euros.
  • Incremento de cuatro puntos el IRPF para las rentas de más de 300.000 euros.
  • El tipo estatal sobre las rentas de capital se incrementará en cuatro puntos porcentuales a partir de 140.000 euros hasta el 27%.
  • Además, prometieron "estudiar la fiscalidad de las grandes fortunas", sin dar más detalles, lo que dejaba la puerta abierta tanto al famoso impuesto a los ricos —ahora descartado—como a otras opciones para gravar a las rentas altas, como podría ser la armonización del impuesto de Patrimonio.

¿Armonización de Patrimonio?

La armonización de los impuestos autonómicos —como Patrimonio o Sucesiones es la espina que tiene clavada María Jesús Montero desde que fuera consejera de Hacienda en el Gobierno de Susana Díaz. El pacto de Gobierno entre PSOE y Podemos no mencionaba este objetivo específicamente, pero hacía alusión a la necesidad de "aprobar un nuevo sistema de financiación de las comunidades autónomas que resuelva las carencias, asimetrías y ambigüedades del sistema actual". En esas hipotéticas "asimetrías" que deberían corregirse podría estar la competitividad fiscal autonómica, muy criticada por los socialistas en los últimos tiempos, sobre todo, para cargar contra los impuestos bajos de Madrid, a quien han llegado a calificar de "paraíso fiscal".

Si el Gobierno se planteara armonizar el Impuesto de Patrimonio —ya sea estableciendo tipos medios o tipos mínimos— implicaría disparar este tributo en la Comunidad de Madrid, que es la única región española que lo tiene bonificado al 100%, así como en otras regiones con una fiscalizad baja. El impuesto a los ricos de Iglesias implicaba sustituir al actual Impuesto de Patrimonio, eliminando también diferencias fiscales entre CCAA, ¿pero qué pasa si Sánchez lo ha rechazado porque prefiere incrementar el que ya existe? Durante toda la pandemia, María Jesús Montero se ha mostrado reticente al impuesto de Podemos, pero añadía matices como que no hacía falta crear ninguna "figura expresa" para ello y que se podía llevar a cabo "una fiscalidad dirigida hacia la riqueza por diferentes fórmulas, desde la revisión de las figuras fiscales que existen, para adecuarlas a la mayor aportación de los que más tienen".

En el acuerdo alcanzado entre PSOE y Podemos en 2018 para aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2019, ambos partidos ya incluyeron subir un 1% el Impuesto de Patrimonio a las fortunas de más de 10 millones de euros, aunque en el último programa conjunto de estos partidos esta medida tampoco aparecía.

Sea como fuere, si Sánchez e Iglesias pretenden aumentar la recaudación del Estado en más de 64.000 millones de euros tendrán que tocar otras figuras tributarias además de las de "los ricos", ya que en España son las clases medias las que mantienen el IRPF —y no las rentas de más de 130.000 euros, que son muy pocas—. Por el lado del Impuesto de Patrimonio, en el año 2017 las regiones apenas recaudaron 1.111 millones de euros por esta figura fiscal que estaba condenada a desaparecer... hasta ahora.

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