El futuro del grupo Gallardo Balboa, afincado principalmente en Jerez de los Caballeros, pende de un hilo. El fondo americano KKR ha puesto a la venta a la principal empresa siderúrgica de Extremadura, que da trabajo a más de 900 personas, por la crisis del coronavirus. Además, ha sido el propio fondo el que ha notificado mediante una nota de prensa que ha solicitado entrar en preconcurso de acreedores para intentar renegociar la deuda de la compañía y conseguir liquidez.
"El actual consejo de administración viene trabajando desde el pasado mes de noviembre en una solución definitiva a la reestructuración de la compañía. Esa solución pasa en estos momentos por la entrada en el capital de un grupo industrial, en negociaciones avanzadas, y el acuerdo con las entidades financieras para reestructurar la deuda", explican en el comunicado desde el Grupo Gallardo Balboa.
Desde el medio regional HOY, señalan que dos empresas ya han sido sondeadas por KKR para venderles esta compañía extremeña, pero ninguna de las consultadas pertenece a las grandes acereras españolas. Se trataría de empresas extranjeras de gran volumen que podrían estar interesadas en hacerse con este grupo. Las negociaciones parece que llevan vigentes desde hace varios meses. Sin embargo, El Confidencial apunta a que la siderúrgica gallega Megasa estaría negociando entrar para salvar al grupo de la quiebra.
Problemas de deuda
Al parecer, la deuda total del grupo supera los 150 millones de euros, aunque en el año 2014 llegó a superar los 1.000 millones. Sin embargo, la empresa parece que no podrá hacer frente a los vencimientos de pago pendientes con las diversas entidades financieras. Reconocen que en la actualidad están negociando con los bancos, que son los principales tenedores de la deuda, para poder modificar las condiciones y salvar la compañía.
Más de 50 años de historia
Alfonso Gallardo Díaz fundó el grupo empresarial en la década de los sesenta, aunque en el primer momento se dedicaba a la compra y venta de material siderúrgico a pequeña escala. "De un pequeño solar de apenas cien metros cuadrados, pasó a disponer de un almacén de 7.500 metros cuadros en apenas unos años, lo que le permitió ampliar su área de actuación a otras provincias y comunidades autónomas limítrofes, sobre todo Andalucía", cuentan en la web oficial.
En 1971 ya poseía uno de los almacenes de hierro más importantes de la región y en 1975 había duplicado la extensión de este, además de comenzar a hacer importantes inversiones en maquinaria para mejorar el negocio y situarlo en la vanguardia. En 1977 adquirió su primera línea de fabricación de tubos laminados en frío, dando lugar así a lo que hoy es Alfonso Gallardo, S.A. En 1998 la facturación de esta empresa superaba los 70 millones de euros, ocupando a 210 trabajadores directos y casi 500 indirectos.