España es el país que menos ayudas fiscales ha aprobado para paliar la crisis generada por la covid-19, según anuncia el instituto europeo Bruegel. Este informe señala que, en total, entre aplazamientos, suspensión de impuestos y ayudas no se llega al 0,9% del PIB, mientras que en otros países se supera, incluso, el 10% del PIB. En el caso de Italia, las ayudas son del 13,2%, en Portugal del 11,1%, en Francia del 8,1% y en Alemania del 7,3%. Solamente Grecia ha aprobado estímulos y rebajas por debajo del 5%, concretamente del 2%, el doble de lo que ha hecho España.
En el apartado de aplazamientos de impuestos, suspensiones y ayudas España ha quedado muy rezagada, pero también lo hace a la hora de los avales y líneas de crédito para empresas. En España, el estímulo total equivale al 10,1% del PIB, mientras en Italia se alcanza el 43% y en Alemania el 34,5%. Por detrás de España solo están Grecia y Hungría, que sin embargo si que han aprobado muchos más estímulos fiscales que España.
Este mismo informe recoge que el plan aprobado por el Gobierno español en cuanto a la fiscalidad es de 10.700 millones, de los cuales 3.900 pertenecen a aplazamientos de tributos relacionados con las cotizaciones y gastos laborales. Es decir, que se recaudarán en un futuro. Otros 1.200 millones pertenecen a aplazamientos de impuestos corporativos.
El menos flexible
España ha demostrado ser el país menos flexible del entorno a la hora de tocar la fiscalidad para ayudar a empresas y contribuyentes. Mientras que Alemania ha bajado el IVA al turismo, Italia suspendió algunos tributos y casi todos los países optaron por planes para poder aplazar los pagos de una manera más cómoda, España no ha querido entrar en esa vía. De hecho, ni siquiera suspendió el Impuesto de Sucesiones, que se cobra cuando fallece una persona. En el caso español, han sido las autonomías quienes han dado una respuesta más compasiva a la hora de cobrar los tributos. En el caso de Andalucía o Madrid, fueron las regiones las encargadas de pagar la cuota de los autónomos afectados que perdieran un 30% de su facturación.
De esta manera, también han sido varios los ayuntamientos que han optado por ampliar el plazo y dar más flexibilidades al cobrar las tasas municipales. Pero, a nivel nacional, España se ha erigido como el país que menos ayudas fiscales ha aprobado para paliar la crisis.