Renfe revisará el plan estratégico que actualmente tiene en marcha para adecuarlo a la "magnitud del problema económico" que afronta a consecuencia de la crisis y el parón del transporte, y a su "complicado futuro" por la incertidumbre sobre la evolución de la demanda de viajeros.
Así lo anunció el presidente de la compañía, Isaías Táboas, tras detallar que la operadora ferroviaria pública ha dejado de ingresar 420 millones de euros sólo con sus trenes AVE y Larga Distancia durante el periodo del estado de alarma.
"Se trata de una cifra que evidencia la magnitud del problema económico que esta empresa afronta", aseguró Táboas. "Tenemos por delante un futuro complicado que nos obliga a repensar la manera en la que estábamos haciendo las cosas", añadió en un mensaje de video dirigido a la plantilla de la compañía. "Hemos de asumir que las cosas no van a volver a ser como eran el pasado mes de febrero o en 2019", aseguró.
"Por esta razón he encargado una actualización del plan estratégico para adaptarlo a las nuevas circunstancias", anunció el presidente de Renfe que, por contra, descartó medidas de ajuste en la plantilla más allá de la anunciada reducción de la retribución variable.
Con la revisión de su plan estratégico, la compañía pretende "adaptarse a las nuevas circunstancias y buscar nuevos caminos para el crecimiento de la empresa", según indicó, sin detallar medidas concretas.
Renfe lanzó su actual plan estratégico en 2019 con dos horizontes de ejecución, a 2023 y 2028, con el fin de prepararse para la liberalización del transporte de viajeros en tren y la llegada de competidores.
Los principales pilares de este plan eran la digitalización, la internacionalización y el lanzamiento del AVE low cost.
En cuanto a los objetivos, la operadora esperaba crecer un 30% en los próximos diez años, de forma que su cifra de negocio alcanzara los 5.300 millones en 2028. Casi una tercera parte (el 30%) de este importe provendría del AVE low cost y del negocio internacional.
En concreto, el plan contemplaba que el AVE barato generara el 20% de esos ingresos, unos 1.060 millones de euros, y los servicios internacionales, con los que ya está en el AVE a La Meca y en el AVE de Texas, otro 10% (unos 530 millones). Según detalló la empresa a los representantes de los trabajadores, son objetivos a los que no renuncia, si bien los plazos se verán alargados.
En el caso del AVE low cost, cuyo estreno el pasado mes de abril quedó en suspenso por la crisis, confía en retomarlo a finales de año o comienzos del siguiente, con el fin de lanzarlo antes de que la francesa SNCF comience a operar en la primavera de 2021.
El presidente de Renfe dirige este mensaje a la plantilla el día en que retoma la actividad poniendo en circulación una oferta de trenes que, si bien es un 50% superior a la de las últimas semanas, es un tercio de la que prestaba antes de la crisis.
En este sentido, Táboas indicó que la operadora será "muy prudente" en esta vuelta a la normalidad y estarán "muy atentos la nueva demanda" para sólo poner en circulación "los trenes que sean estrictamente necesarios". "Porque mover trenes sin viajeros sólo va a incrementar nuestros problemas, no los va a solucionar", aseveró.
Asegurar el futuro de la empresa
El presidente de la compañía ha afirmado que está por ver cómo se va a comportar la demanda y sus "necesidades y expectativas". "El teletrabajo, la teleformación o la pérdida de empleo van a reducir el número de viajeros", ha augurado.
"Se ha pasado de llevar cada vez más viajeros y tener un resultado positivo a llevar cada vez menos viajeros y a resultados negativos. Algo ha cambiado y algo hay que hacer para asegurar el futuro de la empresa", indicó antes de anunciar la revisión de su estrategia.
Las palabras de Táboas están en línea con el informe de demanda que Renfe encargó y analizó en su último consejo de administración, que indica que no recuperará el nivel de viajeros precrisis hasta al menos 2023. Así, tardará al menos dos años en recuperar el desplome del 46% estimado para los pasajeros transportados este 2020, caída que se anotará pese a contar con 'robar' algunos viajeros del avión en trayectos domésticos.