Al fin, el pasado día 2 de junio, Pedro (nombre ficticio) cobró la prestación por ERTE que el Gobierno le debía desde el 24 de marzo, cuando la empresa automovilística para la que trabaja tuvo que cerrar. Pedro forma parte de la infinita lista de afectados por los retrasos en el pago de los ERTE en España y, en su caso, han sido más de dos meses los que ha estado sin ver un sólo euro del SEPE. A la preocupación de que su empresa no lograra superar la crisis del coronavirus y cerrase para siempre, se le unió el miedo a quedarse sin ingresos al ver que la prestación no llegaba. Su ERTE duró más de un mes, y hasta el 4 de mayo no se reincorporó al trabajo. Ahora, el SEPE le ha efectuado el ansiado ingreso, pero cuál ha sido su sorpresa cuando se ha encontrado con que en la nómina hay 1.000 euros de más. "Me han ingresado hasta el día 30 de mayo, pero yo llevo trabajando desde el día 4", relata a Libre Mercado mostrándonos el documento con el logotipo del Ministerio de Trabajo que acredita su testimonio. "Debería quedarme los 1.000 euros, sólo por los dos meses que me han tenido esperando", bromea, "pero sé que lo voy a tener que devolver", asegura, ya en serio.
Y Pedro no se equivoca, porque la Administración no perdona. En la imprenta de Carmen dos compañeros suyos también han cobrado un mes y medio de ERTE extra. Tanto la mujer como los afortunados tienen claro que "ese dinero no es suyo", que "nadie se lo va a regalar", señala Carmen. Ahora, el problema está en cómo devolverlo. Este segundo caso es similar al anterior: el SEPE no ha dado de baja en el ERTE a estas dos personas cuando se han reincorporado al trabajo y les sigue abonando la prestación.
El SEPE reclamará
Así, al problema del retraso en el pago de los ERTE se le suman ahora los errores en las cuantías ingresadas. Otro frente abierto para el SEPE, que lleva en la diana de las informaciones desde la declaración del estado de alarma. En el CSIF reconocen que se están dando casos de ERTE que se están pagando de más, aunque no disponen de cifras concretas. "Claro que tenemos conocimiento de pagos en favor del prestatario, y podemos haber cometido algún error, porque no somos máquinas, pero ese dinero se les va a reclamar", avisa el coordinador nacional del sindicato CSIF en el SEPE, Manuel Galdeano. "Todas las prestaciones públicas otorgadas llevan aparejado un control, y con los ERTE también se van a evaluar todos los cobros indebidos. Es cierto que ahora tenemos dedicados todos nuestros efectivos a la tramitación de las prestaciones, lo que provocará que se tarde más en reclamar, pero que no haya lugar a dudas de que el SEPE va a exigir todas las cuantías erróneas porque estamos hablando de dinero público", explica Galdeano.
El mismo mensaje transmite el experto en derecho tributario de la UOC, Benja Anglès. "En la Administración hay siempre procesos de revisión, porque se sabe que hay errores, y todos los expedientes son revisados de nuevo", explica. Roberto (nombre ficticio), otro testimonio recogido por este periódico, también recibió el 3 de junio "1.100 euros" extra por su ERTE, aunque esta misma mañana se los retiraron. "Hasta pensé en sacarlo todo de la cuenta porque tenemos falta de dinero, pero no me dio ni tiempo. El dinero desapareció", cuenta este otro afectado, que también ha tardado dos meses en cobrar la ayuda.
Anglès explica que es probable que el caso de Roberto se deba a "un error bancario, porque la Administración no puede meterte mano así, directamente, en tu cuenta. Hay unos procedimientos". Lo habitual es que primero, "te envíen una resolución donde te informen del error y te indiquen un número de cuenta para que ingreses el dinero indebidamente cobrado, o bien, te lo restan de las sucesivas prestaciones que te vayan ingresando". En la situación actual, muchas familias con necesidades económicas pueden verse tentadas a gastar el dinero cobrado de más, pero el experto insiste en quitárselo de la cabeza. "Aunque ahora tarden más por la avalancha de tramitaciones, se lo van a reclamar tarde o temprano, y puede ser peor, porque le pueden meter intereses", avanza. A los que hayan recibido el ingreso indebido, el experto recomienda que "se pongan en contacto con el SEPE a través de su web y les informen de lo sucedido. No hace falta que calculen nada, con que digan que han cobrado más de lo que les correspondía, ya lo revisan ellos. Es mucho mejor devolverlo de forma voluntaria". Anglès también es conocedor de que se están produciendo errores en los pagos de más, "y de menos", apunta.
Miedo a la apertura de oficinas
Sobre la saturación del SEPE da fe su responsable en el sindicato de funcionarios. Galdeano relata el calvario que está viviendo la plantilla del organismo, desbordada por la cascada de empresas en ERTE que ha provocado la pandemia. "Estamos trabajando a destajo, sin descansar un sólo día, y aún así, no hemos podido pagar a tiempo", lamenta Galdeano. El SEPE tiene en nómina a unos 7.000 empleados y el Gobierno reforzó la plantilla con 800 interinos en plena pandemia. Pero no ha sido suficiente, y las prestaciones no han llegado en fecha.
Mientras que el Gobierno asegura que sólo queda el 1,5% de las prestaciones por cobrar, de los más de 3 millones de afectados por un ERTE, en el CSIF calculan que son unos 500.000. El baile de cifras es total. "Nuestros sistemas informáticos nos dicen otra cosa que lo que publica el Gobierno", señala Galdeano, "pero bien es cierto que es imposible saber el número exacto de prestaciones que faltan, porque sólo podemos conocer las que se están tramitando y entran en el sistema", aclara. Las que todavía están pendientes de que las tramite algún funcionario, no salen en ninguna estadística.
Desde CSIF aseguran que se da la circunstancia de que el coeficiente de error de los expedientes de ERTE que recibe el SEPE ha subido los últimos días del 11,6 al 14%. "Esto significa que aunque se van resolviendo de manera paulatina los expedientes pendientes, siguen entrando miles de nuevos ERTE con errores y que por tanto se tienen que paralizar para corregirlos", explican. Los más habituales son en el DNI y en el número de cuenta del perceptor.
Hasta que no se aclaren las cifras, en CSIF no quieren abrir al público las "711" oficinas de empleo que hay en todo el territorio nacional porque temen por la integridad de sus trabajadores. "Aunque ahora funcionamos con cita previa, quien no haya cobrado su ERTE se va a presentar a reclamar el pago a quien esté allí dando la cara, que somos nosotros. Necesitamos personal de seguridad en todas las oficinas porque pueden perder los nervios", exige Galdeano. Por ejemplo, en Andalucía no tiene seguridad casi ninguna. El pasado 3 de junio, se produjo el tercer pago de los ERTE y CSIF se reunirá este martes con el SEPE para evaluar el protocolo a seguir.