Gullón no ha podido registrar su marca de galletas Twins debido a su parecido con Oreo. El Tribunal General de la Unión Europea ha rechazado el recurso presentado por la empresa de Aguilar de Campo (Palencia) frente a una resolución de la Oficina de la Propiedad Intelectual, que consideraba que la empresa española podía "aprovecharse indebidamente de la notoriedad de la marca de la sociedad estadounidense" y, conseguir así una "ventaja desleal", tal y como recoge Cinco Días.
De esta manera, la Oficina condena a Gullón a pagar las costas del proceso legal, pero no obliga a retirar las galletas Twins del mercado. Pese a ello, la compañía española ya dejó de fabricar estas galletas, cambiando el dibujo que adornaba las tapas de las mismas. Aun así, la decisión es todavía recurrible ante el TJUE. Desde Gullón apuntan que "el TGUE ha fallado únicamente en contra del registro de marca de un envase específico y no sobre el tipo de galleta". Al mismo tiempo señalan que "El Tribunal admite y establece que ninguna firma puede monopolizar la fabricación de sándwiches de galletas negras con relleno blanco".
El texto que falla a favor de la multinacional estadounidense Great Brands, propietaria de Oreo, asegura que el consumidor "podría encontrar en la misma sección del supermercado los productos idénticos y competidores que son objeto de las marcas controvertidas y, habida cuenta de la representación de estos productos en dichas marcas (...) la Sala de Recurso no incurrió en error al considerar que la marca solicitada [las Twins de Gullón] obtendría una ventaja desleal del renombre de la primera marca anterior (Oreo)", dice el documento.
Los puntos de conflicto se encontraban en el empaquetado y en el dibujo de las propias galletas. Todo comenzó en marzo de 2015, cuando la empresa española pidió a la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) que registrara la marca de las galletas Twins, que son parecidas a las Oreo. Cuando esto ocurrió, la compañía americana mostró su oposición a este registro y alegó que el producto podía crear confusión con el suyo, que además fue registrado en el 2009. En 2017, la EUIPO consideró que las galletas de Gullón se "podían aprovechar indebidamente" de las americanas. Ante esta resolución, la empresa con sede en el municipio palentino recurrió a la justicia europea, pero esta ha desestimado las alegaciones.