Desde hace un mes la familia Roses llevaba elaborando 25 tartas a la semana en las que se pedía la dimisión del presidente del Gobierno. Estaban siendo todo un éxito en Murcia. Sus ingredientes: sirope de fresa para representar el color rojo de la bandera de España y yema de huevo para el relleno del color amarillo. Acompañaba un crespón negro con el mensaje "Sánchez, vete ya". Eran estos los aderezos de las tartas que han desatado la ira en redes sociales por parte de grupos totalitarios.
José Roses, el propietario de la cuestionada confitería Roses (José Roses Ruiz SL) ha sido víctima de duros ataques. Sus pasteles son popularmente conocidos en la zona, pero su negocio se ha visto ahora amedrentado por cientos de usuarios en redes sociales que le han dicho de todo menos bonito.
Un nuevo negocio, la PASTELERIA FACHA. Las cucarachas ya tienen su pastelería de cabecera...
— KamarradaClotoidevich🇷🇺Bot Ruso🇻🇪🎗🇧🇴 (@SASHAVGBOT) May 27, 2020
Ojalá se las tenga que meter por el c....
— Albóndiga Picante (@bondpicante) May 28, 2020
#BoicotRoses#BoicotRoses#BoicotRoses
— Anthrax in my Tampax (@Agente03077434) May 27, 2020
Tartas de la Confitería Roses, en Murcia. Imaginad el país que nos está quedando para que un pastelero se atreva a crear esas tartas sin importarle si ofenden a su clientela. O tal vez es que le sobre con la clientela de derechas, lo cual sigue siendo un problema de convivencia. pic.twitter.com/meEWwXsi98
— 🅢🅡 🅟🅐🅒🅞 🅣🅞🅜🅐🅢 🏳️🌈🇪🇸🔻 (@Srpacotomas) May 27, 2020
En fin, solo decir que es una vergüenza y q en Murcia no sólo hay gente de vox y del pp, q estamos más gente y nos avergonzamos de q #Murcia siempre sea noticia por este tipo de cosas.
— Any_💜 (@FNJuany) May 27, 2020
También puede ser que toda su clientela sea fascista.
— Rubí Conchi (@RubiConchi) May 27, 2020
Soy de Murcia y esta confitería es muy mítica. Forma parte de mi infancia y de la de bastantes generaciones y me produce vergüenza y tristeza ver algo así pero por otro lado no me sorprende tanto, Murcia es muy de derechas
— Maria Jose (@MariaJo06218145) May 27, 2020
Que asco de gente!!!
— Marcelo Torio Chappel🌱 (@marcelotorio) May 27, 2020
A mí sinceramente, me dan vergüenza ajena, hasta pena
— Benji (@Anikilador2011) May 27, 2020
Siempre se pueden comprar para tirárselas a la cara (como si nada, eh!) a ellos, jajajajajajajajaka
— Peri (@periaguda) May 27, 2020
Amenazas, insultos y vejaciones han formado parte estos días del linchamiento hacia la conocida familia de confiteros. Los inquisidores virtuales describían los pasteles reivindicativos como las "tartas del odio", dándose la paradoja de que el señalamiento hacia la familia de obradores destilaba de todo menos amor. "Fachas", "Os vamos a tirar las tartas a la cara", "boicot a Roses", "dais vergüenza", "vamos a meteros la tarta por el c...Y un sinfín de lindezas describían los sentimientos de sus pacíficos autores.
Finalmente, esta empresa privada ha decidido que iba a terminar siendo altamente perjudicada por lo que la campaña contra la confitería se ha salido con la suya. El apedreamiento digital ha surtido efecto y ha impuesto su pensamiento sobre pasteles ajenos.
La libertad de expresión, cada vez más bajo amenaza por el extremismo izquierdista azuzado también por la clase política que representa el Gobierno, ha terminado por amargar hasta los dulces de un reconocido obrador murciano.
Si bien, a este hecho se añade que varios obradores que llevan el apellido Roses se han desvinculado del mensaje político puesto que, según han comunicado, no comparten la ideología de su familiar. Después del acoso en redes, uno de los establecimientos lanzaba un comunicado desvinculándose de la confitería puesta en la diana en redes, según cuentan la prensa local de Murcia.
¡Os agradezco difusión!
— Natalia SerranoRoses (@NataliaSRoses) May 27, 2020
¡En la Confitería Joaquín Roses de Plaza de Camachos no tenemos nada que ver con la polémica de las tartas!#confiteriaJoaquinRoses#plazadecamachos#confiteriaRoses pic.twitter.com/l5WuRjIuPI
Después de tan agria experiencia, los afectados no quieren saben nada más del asunto. Libre Mercado ha intentado contactar con el dueño pero solo se escucha el contestador automático y no cogen las llamadas desde que las tartas se hicieran virales en Internet.