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Los rostros de los ERTE sin cobrar: "Llevo un mes y medio comiendo pasta y arroz"

Son muchos los que llevan más de 70 días subsistiendo sin cobrar los ERTE y llamando al SEPE desesperados. En Libre Mercado recogemos algunos casos.

Son muchos los que llevan más de 70 días subsistiendo sin cobrar los ERTE y llamando al SEPE desesperados. En Libre Mercado recogemos algunos casos.
Algunos de los afectados por el impago de las prestaciones | Libertad Digital

Lo único que Víctor se ha podido llevar a la boca hoy ha sido una bolsa de palomitas, un vaso de agua y un Gelocatil, "porque con todo esto, me va a estallar la cabeza", cuenta a Libre Mercado. Este empleado de un salón de juegos tiene la nevera vacía debido a que lleva sin cobrar un sólo euro desde que su empresa entrara en ERTE con la declaración del estado alarma. "La empresa me pagó los 700 euros de los 15 días que trabajé, pero el Gobierno nada". Algunos de sus compañeros han cobrado, pero otros tantos, no. "De hecho, al ver mi situación, a mediados de abril mi empresa me anticipó 500 euros para poder seguir adelante", cuenta. La situación de Víctor es tan desesperada, que se ha visto obligado a vender buena parte de sus posesiones en Wallapop para poder comer. "He vendido hasta el aire acondicionado, también las gafas de sol… tengo toda mi casa en venta", cuenta angustiado. Aún así, el poco dinero que consigue deshaciéndose de sus bienes en el mercado de segunda mano, apenas le permite tener una dieta equilibrada. "Llevo mes y medio comiendo sólo arroz, pasta, atún, salchichas y tomate frito. No tengo para más. Estoy con una mano delante y otra detrás", explica este afectado.

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Víctor

La "vergüenza" hace que Víctor sea incapaz de acudir a la caridad a pedir comida. "No me quiero ver en una cola, además, siempre pienso que hay gente que lo necesitará más que yo…", considera. Su padre, sin conocer su situación real, se ha ofrecido a ayudarle, pero tampoco ha querido aceptarlo. "Tendría que contarle cómo estoy, y no quiero. Él es mayor y ha tenido depresión. No quiero darle ese disgusto". A Víctor se le acumulan las facturas y los préstamos pendientes de pago. La última vez que le llamaron desde una agencia de cobros para reclamarle una deuda de unos 1.000 euros, "me eché a llorar por cómo me habló el tío". Aún así, lo que más miedo le da a Víctor es que "mi gato se quede comida. Eso no lo voy a permitir". La impotencia y la rabia contra el SEPE se apoderan de este hombre, que ha llegado a llamar a los servicios públicos de empleo "407 veces", sólo mientras hacía la compra en el supermercado. "Nos están robando el dinero que nos pertenece. En la web del Sepe me aparece que mi número de cuenta está mal, pero es mentira, mi empresa lo ha puesto bien. Es la excusa que le ponen a todos, lo que pasa es que no hay dinero", presagia el afectado.

El caso de Víctor forma parte de una lista interminable de afectados por un ERTE en España a los que todavía no se les ha ingresado la prestación que prometió el Gobierno. Desde la declaración del estado de alarma, el Ejecutivo socialista ha tenido muchas reticencias a dar la cifra de las personas que no habían cobrado su ERTE, y cuando la ha dado, el número siempre ha sido más bajo que otras fuentes. A mediados de mayo, el Gobierno calculaba que había 300.000 sin cobrar, el 10% del total, mientras que el Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos destapó que eran más de 900.000, el triple de las cifras oficiales. Después de que este estudio saliera a la luz, el Ministerio de Trabajo se apresuró a dar otra cifra todavía más pequeña: sólo falta por cobrar el 2%, aseguraron. Ninguno de los afectados se fía de este dato.

Horas llamando al SEPE

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Mariano

"Eso es mentira. Si quedara el 2%, no estarían la web y los teléfonos del SEPE saturados", señala, perspicaz, Mariano. Este hombre de 60 años y empleado de la hostelería lleva "72 días sin cobrar nada". Su último ingreso "fueron los 524 euros" de los días trabajados de marzo. Mariano subsiste gracias a "la ayuda de mi familia y a que he devuelto alguna factura, como la del teléfono". Su mujer está en paro y él se pasa los días llamando al SEPE, como si fuera un trabajo más. "Ha habido días que he estado llamando de 10 de la mañana a 2 de la tarde sin parar. He mandado hasta 50 correos", denuncia. No hay respuesta. Mariano se sabe el mensaje del contestador del SEPE de memoria y no hace más que mirar la aplicación del banco para ver si ha cobrado. Nada. "No puedo ni dormir", asegura. Después de 38 años cotizados y pagando impuestos, "es indignante que nos tengan así". Si sigue sin cobrar, no tardando mucho, "tendré que acudir a los servicios sociales" porque "mi familia es una familia de currantes". No tendrá vergüenza por ello, asegura. "Vergüenza que tenga el Gobierno, que no nos paga lo que nos debe".

Ana también se sabe los mensajes del contestador del SEPE de memoria. Y hasta el número de teléfono, que relata de carrerilla. "Los primeros días, llamaba cada 10 minutos desesperada. Hoy sólo he llamado una vez, porque luego ya te vas desmoralizando... te da el bajón", explica. A pesar de eso, esta madrileña nunca ha podido hablar con nadie del SEPE en persona. "Cuando te dicen que en 5 minutos te cogerá el teléfono un agente, ya te cuelgan", asegura.

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Ana

Esta madre de dos hijos también lleva desde mediados de marzo sin cobrar. Ha ido tirando con el sueldo de su marido y "gracias a que tuve un accidente hace tiempo y me dieron una indemnización". Pero los ahorros se han acabado. "Ya no aguanto más, a mis hijos no les puedo dar de comer paciencia", apunta. La mujer, contratada por una ETT, ha conseguido que su casera le rebaje 300 euros de los 800 que pagan de alquiler. "Mi casera tiene una hipoteca, ¿y si ahora ella no puede pagar su hipoteca porque yo no le pago el alquiler? Esto es bestial", añade.

Ana, que ha votado al PSOE, asegura que "todavía es mayor la decepción" con el Gobierno. "Dijeron que no iban a dejar a nadie atrás y nos han dejado. Y eso que la ministra de Trabajo (Yolanda Díaz) más de izquierdas no puede ser", señala. "Ahora están diciendo que van a aprobar el ingreso mínimo vital cuando todavía no han pagado los ERTE, ¿cómo se come eso?", se pregunta.

"Tengo ansiedad, me tiembla todo"

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Laura

Laura también admite haber votado al PSOE, pero su partido "no ha cumplido" su palabra. "Yo confié en ellos, cumplí con sus normas de confinamiento, con todo, y ahora, mira", lamenta. Encargada de una cafetería, su caso es muy llamativo, ya que sí cobró el ERTE de los 15 días de marzo, pero en abril, el SEPE la sacó del sistema y la dio por reincorporada al trabajo. "¡Es increíble!", porque su negocio no ha abierto. "Y no he vuelto a cobrar nada desde marzo", señala esta mujer de 34 años. Laura ha ido pagando sus facturas "con los ahorros que tenía para las vacaciones, pero el dinero del banco se acaba". Debido a esta situación, sufre "ansiedad" y ha tenido que medicarse. "Me tiembla todo. Las manos, la mandíbula… todo. He llegado a llamar al SEPE hasta 500 veces en un día, sin exagerar, y nadie te atiende", relata. Cuando le preguntan por el 2% que asegura el Gobierno que solo falta por cobrar el ERTE en España, Laura no da crédito. "Eso es imposible, yo diría que es al revés", apunta.

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Moisés

Moisés también coincide en que "nos están mintiendo" con el dato del 2%. "No puede ser, si todo el mundo con el que hablo no ha cobrado". Este chef de 40 años ha tenido que dejar Barcelona e irse "al pueblo con mis padres para poder comer". El hombre no ve una nómina desde febrero porque su empresa ni siquiera le pagó los días trabajados en marzo. "Dicen que van a pedir un crédito ICO para pagarnos, pero tampoco llegan", cuenta. Moisés, que siempre ha tenido "un buen nivel de vida, jamás" pensó en verse así. "Con los 100 euros que me quedaban, me he tenido que venir al pueblo porque no tenía para comprar comida en Barcelona. Es muy fuerte", relata. El chef da fe de que no sólo los ERTE están atascados, también el resto de ayudas del Gobierno. "He tenido que dejar de pagar la renta después de ir a cuatro bancos a pedir el crédito que aprobó el Gobierno para el alquiler y que me dijeran que no". Moisés vive aterrorizado por volver a su piso y encontrarse con la luz o el agua cortados. Tampoco sabe qué va a ser de su profesión ahora. "Me meteré a charcutero si hace falta", señala.

A raíz de todos estos casos, están surgiendo plataformas, como la de Afectados ERTE 2020, que recoge la indignación de los damnificados por la ineficiencia de los servicios públicos de empleo. Este movimiento ciudadano también está empezando a realizar movilizaciones en la calle.

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