Sacyr ha realizado una provisión de 30 millones de euros "por prudencia" y ante la "actual incertidumbre" de la crisis en las cuentas del primer trimestre del año, que cerró con un beneficio neto de 32,1 millones de euros, un 16,3% menos que el año anterior, según informó la empresa.
La compañía ha decidido además ajustar a la baja el valor contable al que tiene contabilizada su participación del 8% en Repsol, de forma que la ha situado en 9,66 euros por acción, importe un 30,6% inferior respecto al de 13,93 euros en que la fijó al finales de 2019.
Sacyr se anotó además una contribución negativa de 25 millones en los resultados trimestrales en virtud de la parte del resultado del grupo energético que se apunta por su porcentaje en su capital.
En el plano operativo, el grupo que preside Manuel Manrique asegura que sus negocios de construcción, concesiones y servicios "continúan mostrando la fortaleza operativa de los últimos trimestres a pesar del impacto" derivado de la crisis del coronavirus.
Según detalló, está realizando las oportunas gestiones para "minimizar" este impacto, por considerar que "se trata de una situación coyuntural" que, conforme a sus "estimaciones más actuales, no compromete la realización de sus actividades básicas, si bien se están adaptando teniendo en cuenta las circunstancias".
Por el momento, Sacyr saldó el primer trimestre con un aumento del 1,3% en sus ingresos, hasta los 985,3 millones de euros. El beneficio bruto de explotación (Ebitda), de su lado, progresó un 15,8%, hasta los 165,6 millones, de los que el 80% provino del negocio concesional.