El crac económico que sufre el país se ha visto reflejado en las colas kilométricas para pedir alimentos que ha mostrado un usuario en redes sociales. Las imágenes pertenecen al madrileño barrio de Aluche, uno de los lugares donde se concentran más ciudadanos en riesgo de pobreza.
Desde el Ayuntamiento de Madrid explican a Libre Mercado que la crisis económica que ya se deja sentir en la ciudad es "tremenda". Desde los distritos, el Consistorio atiende a más de 30.000 familias (más de 80.000 personas) que tienen dificultades para adquirir bienes de primera necesidad, incluidos alimentos. Sólo en Latina –distrito donde se encuentra el madrileño barrio de Aluche– son más de 3.200 las familias atendidas, casi 11.000 personas, informa Olivia Moya.
Es más, el gobierno de la ciudad presentó la semana pasada un estudio realizado a partir de 1.500 entrevistas, que revela que "el 38% de los hogares de la ciudad de Madrid ha visto reducidos sus ingresos por la crisis, y en un 9% de los hogares la disminución ha sido superior al 50%".
La atención se hace o bien a través de contratos del Ayuntamiento (contratos de emergencia que han puesto en marcha tanto el área encargada como los distritos con empresas, restaurantes, etc) o bien en colaboración con entidades, asociaciones y redes vecinales. A veces esta ayuda puede ser comida preparada; en otros casos, se facilitan alimentos o incluso vales de compra para adquirirlos, explican estas fuentes.
Desde el Consistorio de la capital "lo que estamos haciendo es trabajar ya, buscando una solución que nos permita dar una respuesta más estable". Así las cosas, el objetivo es centralizar la respuesta alimentaria en los próximos meses para que esté más "coordinada" y llegar así a todas las personas. Para ello se están creando unas mesas en los distritos donde estarán los servicios sociales del Ayuntamiento pero también entidades vecinales, entidades sociales y las ONG, de tal manera, que se puedan cruzar los datos que cada una de ellas tiene y conseguir así que nadie quede sin atender.
No obstante, la extrema izquierda política y mediática enseguida se ha apresurado a atacar a Díaz Ayuso. Juan Carlos Monedero ha utilizado el vídeo para criticar a la presidenta de la Comunidad de Madrid: "Mientras tú te haces fotos, tu pueblo pasa hambre. En Madrid. No en Venezuela".
No es Venezuela @IdiazAyuso. Es el barrio de Aluche, en Madrid, el día 9 de mayo, a las 10:00. Gente haciendo cola para una bolsa de comida. El vídeo dura tres minutos. La cola no se acaba nunca. Mientras tú te haces fotos, tu pueblo pasa hambre. En Madrid. No en Venezuela. pic.twitter.com/l4qVCnPp2u
— Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) May 10, 2020
Pero lo cierto es que la triste realidad de Aluche no es un problema específico atribuible a Madrid. Lejos de politizar las colas del hambre como hace Monedero, la verdad es que la ruina y catástrofe económica se extiende por todo el territorio nacional. Los despidos, ERTE, el cierre de negocios, las controvertidas fases que impone el Gobierno a los ciudadanos, la presión fiscal o el aumento del paro están empujando a las familias a pedir ayuda urgente al banco de alimentos y, por ende, a guardar cola muy a su pesar.
Empobrecimiento severo en España
La Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) ha confirmado a Libre Mercado que no dan abasto con el aumento de la demanda de alimentos siendo hasta de un 30% más en todo el territorio nacional. Además, las llamadas pidiendo información sobre las ayudas se han multiplicado por cinco desde el inicio del estado de alarma. Hay que tener en cuenta que en 2019 atendieron a 1.050.684 de beneficiarios directos y repartieron 21 millones de kilos en todo el país. Que la demanda se vea multiplicada provoca que muchas ciudades entren en fase de colapso.
"Estamos desbordados. Es imposible asistir a la gran demanda. No es algo que esté sucediendo solo en Aluche. Es un problema generalizado en toda España. Obviamente, por razones de densidad de población, Madrid y Barcelona son las más afectadas. Es donde hay sectores más marginales. Hay mucha gente que vive de la economía sumergida en las grandes capitales. Personas que trabajaban en mercadillos, como personal de limpieza del hogar o asistentes de niños o ancianos han dejado de ingresar", informan fuentes de FESBAL.
Las largas colas impactan por su longitud. Desde jóvenes hasta padres con sus hijos, y ancianos esperan horas para recibir una bolsa con latas de atún, lentejas, arroz, pasta, leche en polvo o un paquete de café. Los trabajadores y voluntarios de FESBAL redoblan los turnos y distribuyen alimentos sin descanso por toda España.
"Contamos con un almacén logístico que reparten a 54 Bancos de Alimentos asociados. Estos Bancos reparten a su vez a 7.216 ONG locales que son civiles o religiosas como Cáritas, asociaciones de vecinos, residencias de ancianos y comedores sociales. Realizamos labores de coordinación entre entidades financieras, empresas privadas instituciones públicas para el reparto efectivo y urgente. Hay muchas ONG que no se dedican al reparto de alimentos y lo están haciendo ahora. El problema es que no podemos responder a todas las peticiones que estamos recibiendo. Tenemos que realizar un control de las organizaciones que nos llega", argumentan fuentes consultadas de FESBAL.
Barcelona azotada por la crisis
Uno de los bancos de alimentos de la red de FESBAL es el de Barcelona. En la Ciudad Condal también están reforzando la distribución de alimentos y acusan un aumento de más del 30%. "Asistimos diariamente a 120.000 personas en Barcelona que piden alimentos ya sea en bolsa o que esperan un menú en los comedores sociales", transmiten a Libre Mercado fuentes del Banco de Alimentos de Barcelona. En el caso de la capital catalana, el Raval es uno de los barrios más golpeados por la crisis sanitaria y económica.
El Ayuntamiento de Ada Colau no logra atender a las miles de llamadas que buscan asistencia social por parte de los servicios municipales. El diario El Periódico se hacía eco en un reportaje de las colas para acceder a un comedor social. Un fotógrafo del New York Times publicaba las imágenes de las colas en las oficinas de servicios sociales. Reclamaba a Moncloa que se tomaran medidas urgentes y criticaba la gestión del Gobierno.
Están son las colas hoy en las oficinas de servicios sociales en el Raval de Barcelona. Gente que ha perdido su trabajo o han cerrado sus negocios recientemente. Si no hay una reacción económica urgente de @desdelamoncloa , creo que nos acercamos al vacío. Ojalá no. #Covid_19 pic.twitter.com/Hc8KaGvpLt
— Samuel Aranda (@Samuel_Aranda_) March 30, 2020
"En el banco de alimentos esto es peor que los años duros de 2012. Es una crisis que ha venido de golpe. Afecta a tantos sectores que es muchísima la gente que se está quedando en riesgo de pobreza. En el Raval está siendo muy duro. Allí se vivía de la economía sumergida. Era gente que ganaba con la chatarra o cuidando niños, entre otras actividades. Vivían al día y antes podían cubrir las necesidades más básicas. Ahora no. También están aflorando nuevos perfiles. Notamos que hay muchas familias monoparentales pidiendo ayuda alimentaria", puntualizan desde el banco de alimentos catalán.
Y la cuestión es que esto es solo el principio de un cataclismo inevitable. "Esto no va a parar. No es nada comparado con lo que va a venir. De momento en toda la Comunidad de Madrid atendemos diariamente a 200.000 personas", avisan desde el Banco de Alimentos de Madrid consultado por Libre Mercado. Las organizaciones coinciden en que en base a los indicadores de la actividad económica y paro, "la pobreza extrema será peor en los próximos meses".
Esto quiere decir que se pondrán en la cola aquellos que jamás se imaginaron en semejante tesitura. Los bancos de alimentos españoles no son nada optimistas con lo que está por venir y piden colaboración, ayuda y voluntarios jóvenes que sustituyan a los jubilados que anteriormente ayudaban y, en estas condiciones, no pueden hacerlo porque pertenecen a la población de riesgo.