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Grecia, del nefasto Tsipras al ejemplar Mitsotakis: así está tumbando al coronavirus

El país heleno fue el que más rápido reaccionó frente al patógeno, tomando medidas de aislamiento desde finales de febrero.

El país heleno fue el que más rápido reaccionó frente al patógeno, tomando medidas de aislamiento desde finales de febrero.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis | EFE

A mediados de 2019, Libre Mercado explicaba a sus lectores que la elección de Kyriakos Mitsotakis como nuevo primer ministro representaba un soplo de aire fresco para la política griega. Este vaticinio ha enfrentado su primera prueba de fuego con la crisis del coronavirus y, de momento, su gestión ha sido más que satisfactoria.

Político de dinastía, Mitsotakis ha pasado por las mejores universidades de Estados Unidos (Harvard, Stanford…) y se ha fogueado en diversas empresas multinacionales (banca, consultoría, capital riesgo…). Su salto a política llega a mediados de los 2000, pero sería en 2016 cuando Nueva Democracia le convirtió en su nuevo líder.

En cuestión de meses, en nuevo jefe de gobierno anunció fuertes incentivos fiscales pensados para beneficiar a autónomos, las pymes y los inversores. Frente a las continuas subidas impositivas aprobadas bajo gobierno del comunista Alexis Tsipras, Mitsotakis apostó por introducir reformas liberales pensadas para sacar al país heleno del marasmo en el que lo dejó el gabinete de extrema izquierda comandado por Syriza, partido hermano de Podemos.

Sin embargo, toda la tarea de reconstrucción de Mitsotakis se ha visto interrumpida por la crisis sanitaria del coronavirus. En cuanto Europa empezó a ver cómo se propagaba el brote del patógeno originario de China, las miradas se dirigieron a Grecia, cuyo gasto sanitario se sitúa en los niveles más bajos de Europa (5% del PIB) y cuya economía ha experimentado doce años de crisis y estancamiento.

Aunque la experiencia reciente aconsejaba a esperar lo peor, Atenas ha demostrado que las cosas han cambiado desde que el comunismo fue desalojado del poder. El 30 de abril, el país heleno presentaba apenas 2.576 positivos por covid-19 y 139 fallecidos, situándose a la cola de Europa en cuanto a la incidencia de la enfermedad.

Los números de nuevos positivos y de nuevos fallecidos diarios tocaron techo a comienzos de abril, mientras que la cifra de casos activos se aplanó en la segunda quincena del cuarto mes del año. El número de muertos es de apenas 13 por cada millón de habitantes. Un nivel que solo alcanza registros más bajos en otros cuatro países de la Unión Europea: Eslovaquia (4), Letonia (8), Bulgaria (9) y Malta (9).

Mitsotakis movió ficha a finales de febrero, cuando suspendió las festividades de carnaval tras conocerse una primera muerte por covid-19. El 4 de marzo, la actividad escolar y el funcionamiento de bares, restaurantes, gimnasios, museos, cines o comercios quedó suspendido. Si se comparan las restricciones con el número de positivos registrados entonces, estamos ante la reacción más temprana de toda Europa y, quizá, del mundo.

El 22 de marzo, Mitsotakis adoptó formalmente la estrategia de confinamiento que ya venía desarrollando con los cierres selectivos de comienzos de mes. Las restricciones introducidas fueron algo más flexibles que las decretadas en España o Italia, puesto que desde el primer momento estuvo permitido salir a dar paseos o hacer ejercicios en grupos de dos. Además, no se aprobó ninguna "hibernación económica", de modo que los griegos han podido desplazarse a su trabajo con relativa normalidad, aunque manteniendo el debido distanciamiento social. Las salidas de casa se coordinan con las autoridades mediante una aplicación por SMS que genera una especie de "pasaporte" para circular con tranquilidad.

El gobierno duplicó el número de UCIs, simplificó radicalmente la burocracia administrativa para facilitar los trámites online y activó ciertas medidas de alivio fiscal, como la suspensión de los pagos trimestrales de diversos impuestos o la rebaja del IVA aplicado a los productos sanitarios vinculados a la prevención del coronavirus. En paralelo, la estrategia de comunicación ha sido especialmente efectiva, con mensajes claros y didácticos que se emiten a diario a las 18:00 horas y ofrecen información certera sobre la pandemia.

La mala noticia: el turismo, hundido

Pero no todo son buenas noticias. El panorama económico es complejo, puesto que la economía griega tiene una gran dependencia del turismo y la crisis sanitaria aconseja la toma de medidas restrictivas en dicho sector. El Fondo Monetario Internacional cree que el PIB caerá el 10% en 2020, mientras que el paro volverá a subir al 22%.

Ante estas cifras, el país heleno se prepara ya para una estrategia de reapertura que será coordinada por el mismo equipo de expertos del que se rodeó Mitsotakis para responder a la llegada del patógeno. De momento, el plan del gobierno es empezar a recuperar la normalidad a partir del 4 de mayo y completar la desescalada a comienzos de junio.

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