Los bares y restaurantes tiemblan ante el nuevo plan de desescalada de Sánchez. El sector ya ha avisado de la "ruina" que se les avecina si el Gobierno no da marcha atrás a unas medidas de reapertura inviables para sus negocios. Pero en lugar de escucharles, desde el Ejecutivo socialcomunista les aportan soluciones tan indignantes como las de la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ha dicho este jueves que en el plan de transición a la nueva normalidad tras el estado de alarma "no se impone nada a nadie".
"El que no se sienta cómodo, que no abra", ha dicho en una entrevista en Radio Nacional, en la que ha insistido en que en lo relativo a los requisitos para reabrir hoteles, cafeterías y restaurantes, se van introduciendo en las distintas fases recomendaciones de aforo y distancia en función de cada superficie y de forma gradual.
Se trata de criterios orientativos, ha reiterado, además de explicar que el ministro de Comercio está hablando con los distintos sectores para que entiendan que es un sistema gradual.
85.000 locales podrían cerrar
El 11 de mayo sólo podrán abrir los bares y restaurantes en España que tengan terraza, pero se limitará al 30% de las mesas permitidas en años anteriores. "La media de los negocios con terraza en España está entre las 10 y las 12 mesas. Si sólo dejan tener 3 mesas ocupadas, eso no te da ni para pagar la luz. Es una tomadura de pelo", señala el presidente de Hostelería de España, José Luis Uzuel, a Libre Mercado.
Si el Gobierno no rectifica, "esto va a ser una escabechina", avanza Uzuel. Desde su patronal ya han hecho números, y no son nada alentadores. Creen que, el plan de reapertura de Sánchez aboca al cierre al 30% de los establecimientos, alrededor de 85.000 locales.
Pero a Ribera parecen no importarle estos números. Si alguien cree que es mejor esperar, "pues que espere", ha dicho, ya que en cada fase son los propios empresarios los que deben valorar si las condiciones son adecuadas o no, empezando por cosas sencillas; en otros países, ha dicho, como por ejemplo Francia, estos sectores se han dejado para el final.
Por lo que respecta a la seguridad de los trabajadores, ha recordado que existe una ley de prevención de riesgos laborales y hay recomendaciones de distancia y de protección individual.
Según la ministra, empresarios y trabajadores han ido entendiendo y discutiendo qué es lo mejor, del mismo modo que los ministros del ramo, junto con los sectores empresariales, por lo que la desescalada va a ser en realidad "a nivel de cada centro de trabajo donde se podrá precisar".
Habrá que ver, ha añadido, hasta dónde puede acompañar el Gobierno, que "estará en cada fase de aprendizaje" en este proceso, ha dicho.