Las ventas del comercio minorista cayeron un 15,3% en marzo respecto a febrero por el cierre de tiendas tras la declaración a mediados de mes del estado de alarma, la mayor bajada jamás registrada, aunque en alimentación registraron el mayor incremento en casi 19 años, un 8,4%, por el acopio de productos desde el comienzo del mes.
El estado de alarma, en vigor desde el 14 de marzo, obligó a cerrar todos los establecimientos minoristas salvo los de alimentación, bebidas, farmacias y otros sanitarios, estancos y kioskos de prensa, tiendas de telecomunicaciones y de mascotas, entre otros.
Según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la caída de ventas en marzo es la más elevada desde el inicio de la serie, en el año 2000, y supone romper una racha de 17 meses consecutivos de subidas.
El empleo cayó un 0,4% respecto al mismo mes del año anterior, y también en este caso se rompe la senda de 70 meses de crecimientos continuados.
El cierre de tiendas provocó caídas en la facturación global de los establecimientos de la encuesta del 14,1% en tasa anual (sobre marzo de 2019) corregida de efectos de calendario, es decir, 16 puntos menos que en febrero. A precios constantes, la bajada fue del 14,3%.
Alimentación, récord desde agosto de 2001
Sólo subieron, tanto en tasa mensual como anual, las ventas de alimentación, un 8,4 y 8,9% respectivamente, resultado del acopio de alimentos en los días previos y posteriores a la declaración de estado de alarma. Es el mayor crecimiento desde agosto de 2001, cuando aumentó un 9%.
Por contra, las ventas de no alimentación bajaron un 32%, descenso que alcanza el 54,3% en equipo personal, al tiempo que las ventas de equipos de hogar bajaron un 32% frente a marzo del año anterior.
Son datos coherentes con las proyecciones hechas por las consultoras de gran consumo. Kantar había avanzado un aumento del 21% en las compras de alimentación, droguería y cuidado personal en la semana de declaración del estado de alarma (9-15 de marzo), que lo atribuyó al aumento del tique medio en un 25 % sobre las semanas previas al coronavirus.
También Nielsen publicó un aumento de las ventas por encima de las cifras habituales, del 8,4% en la primera semana de marzo, una vez que comenzó a extenderse el temor al impacto del coronavirus, que provocó largas colas en los supermercados y dejó imágenes de estanterías vacías.
La estadística del INE no desglosa ventas por internet, que en el caso de los supermercados llegaron a crecer un 39% en la primera semana de marzo, según las cifras de Nielsen, aunque en el área no alimentación no alcanzan a compensar ni de lejos el desplome de las ventas en tiendas.
Según la consultora Brand Finance, diferentes agencias de calificación han señalado que la pandemia afectará "gravemente" a los resultados de las empresas minoristas y que podría provocar un rápido deterioro de sus métricas crediticias y de sus posiciones de liquidez, si bien los supermercados son un oasis, con niveles de demanda en algunos casos similares a las de Navidad.
Las grandes cadenas resisten algo menos
Todos los modos de distribución presentaron tasas mensuales negativas, con los mayores recortes en las pequeñas cadenas (26,4%) y en las grandes superficies (25,7%). En las empresas unilocalizadas el descenso fue del 16,5%, y en las grandes cadenas, del 5,7%.
El índice general, sin incluir estaciones de servicio y corregido de efectos de calendario, disminuyó un 12,6% en tasa anual, y en estaciones de servicio, un 29%.
Por comunidades autónomas, el mayor descenso de ventas anuales se registró en Canarias, con una disminución en la cifra de negocio de los minoristas del 20,2%; Murcia (17%) y Cataluña (16,8%).
Por contra, las caídas menos acusadas se produjeron en Galicia, donde las ventas se redujeron un 8,6% —casi la mitad que la media nacional—, y en Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana , que bajaron un 11,1%.
El índice de ocupación en el sector se redujo en marzo un 0,4% respecto al mismo mes de 2019, con recortes del 3,5% en las pequeñas cadenas; del 1,5% en las empresas unilocalizadas, y del 0,7% en las grandes superficies, mientras que subió en grandes cadenas (3,9%) y en estaciones de servicio (0,8%).
Por comunidades la ocupación sólo aumentó en la Comunidad Valenciana (0,8%) y La Rioja (0,5%), y bajó en las 15 restantes. Los mayores recortes se produjeron en Castilla-La Mancha y Baleares (1,7% en cada caso), y en Navarra y Asturias (1,3% ambas).