El Gobierno ha decidido regar con dinero público a las organizaciones eco-animalistas en mitad de una de las peores crisis sanitarias y económicas que haya conocido nuestro país. Mientras que médicos, enfermeros y auxiliares denuncian que reciben EPI que "son de vergüenza" con los que están "enviándolos al matadero", la política de Pedro Sánchez, teledirigida por Podemos, es satisfacer a colectivos afines ante la perplejidad e indignación de los cazadores.
Así se ha concedido una partida de 547.512 euros a la organización ecologista WWF España, una filial de WWF que opera a nivel mundial. Los ecologistas utilizarán ese dinero sobre cómo reducir los daños del conejo en la agricultura con métodos alternativos a la caza. Soluciones que "no existen porque no hay otra manera de paliarlo que con la caza", revela Ignacio Valle, presidente de Real Federación Española de Caza (RFEC).
Hay que recordar que el Ministerio de Agricultura decidió recientemente permitir la salida del sector de la caza para evitar, por ejemplo, la peste porcina que pueden transmitir los jabalíes a los humanos. Últimamente se subieron a las redes sociales numerosos vídeos de jabalíes campando a sus anchas y dándose paseos por Madrid o por núcleos urbanos de provincias y pueblos para horror y pánico de los transeúntes que los grababan atónitos. Ni que decir tiene que el embiste de uno de estos animales puede causar la muerte por su fortaleza.
Igualmente, el número de conejos ha aumentado significativamente ante la ausencia de cazadores. Los daños se han extendido a una parte importante de la Península Ibérica afectando gravemente a comunidades autónomas como Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón, Andalucía, Navarra, Madrid, Cataluña, Valencia y La Rioja. Según la nota de WWF España, "el conejo es la especie silvestre que genera una mayor siniestralidad, representando más del 40% de los pagos y afectando a una superficie media de 41.000 hectáreas anuales, en base a las cifras que arroja Agroseguro".
El alto precio de no herir sentimientos
Para los que creían que la covid-19 iba a relegar a un último plano a las organizaciones de ideología vegano-eco-animalistas, esta concesión presupuestaria del Gobierno viene a indicar que no será así. Para no causar malestar entre los animalistas y tener que acudir a los cazadores como se ha hecho desde siempre, esta vez, se dedicará más de medio millón de euros a informe que "finalizará en julio de 2021 con la publicación de unas recomendaciones generales de los métodos más adecuados para la prevención de daños en cada situación", comunica la organización por la defensa de la naturaleza WWF.
Hay que decir que esas hojas con las "recomendaciones generales" de los ecologistas valen su peso en oro. Aun más si se tiene en cuenta el cataclismo económico que se avecina. Pero es el precio de no herir los sentimientos del animalismo patrio y del que el Gobierno se siente orgulloso de pagar con el dinero de los sufridos contribuyentes. Lo que da buena cuenta de que las entidades de este calado social siguen llenando sus arcas "en defensa de la naturaleza".
"Les gusta cazar subvenciones"
"Nos parece que esta decisión está fuera de lugar. Ellos proponen métodos alternativos para paliar esos daños del conejo, pero están mintiendo. Insisto, no existe otra manera que cazar para solucionarlo. Por lo tanto, les pese o no les pese a los animalistas, no hay otra. Pero a ellos también les gusta cazar, pero cazar subvenciones. Encima están protegidos por López Uralde, presidente de Transición Ecológica de Podemos, un reconocido anticaza que se siente el centro del universo", se queja el presidente de la RFEC.
Ignacio Valle explica que los cazadores hacen el trabajo sin subvenciones al contrario que ecologistas y animalistas. "Nosotros hacemos la función de apoyar al campo, a los agricultores de forma altruista poniendo nuestro dinero en los cartuchos, los coches y todo lo que nos piden las Comunidades Autónomas para regular esta plaga. Las organizaciones ecologistas no hacen nada de esto, ellos además cobran. Nos parecen una vergüenza estando nuestros sanitarios, transportistas, reponedores de supermercado, etc, sufriendo", lamenta.
El presidente de la RFEC advierte de que está subvención es "solo la punta del iceberg" porque cree que se están dando muchas cuantías públicas que no estarían saliendo a la luz.
De hecho, el lobby vegano-animalista con tintes ecologistas sigue cobrando una mayor presencia en Europa. Ganan terreno en Bruselas y tampoco se cortan en pedir dinero público para su causa pese a estar viviendo España una auténtica tragedia sanitaria con centenares de muertos diarios por la covid-19.
A este respecto, WWF publica en su cuenta oficial varios tuits reclamando a Europa dinero para sus planes ecologistas. Aluden al ya famoso concepto Green Deal con imágenes en las que caen decenas de billetes de euro del cielo.
Europa necesita una recuperación verde ra las personas, la naturaleza, nuestros trabajos, el clima...p>
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— WWF España @WWFespana) April 25, 2020
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Más de 50 ONG nos unimos para pedir a la #UE y los líderes nacionales una recuperación económica verde y justa. Necesitamos acción ya. Por un futuro saludable. #EUGreenDeal https://t.co/Buks9R7boL pic.twitter.com/9tiHoj66UH
— WWF España @WWFespana) April 24, 2020
Políticamente, apoyando el suculento negocio eco-animalista, tal y como indicaba Ignacio Valle, está Podemos. El diputado ecologista de Pablo Iglesias, Juantxo López de Uralde, acusó al ministro socialista, Luis Planas, de autorizar la caza "cuando el estado de alarma no lo permitía". De esta forma, Podemos exigía que no se llamara a los cazadores buscando favorecer económicamente a las entidades del movimiento ecologista.
Finalmente, Luis Planas, quien fuera consejero de la Junta de Andalucía en dos mandatos bajo las presidencias de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, claudicó a las peticiones de la extrema izquierda otorgando la susodicha subvención de más de medio millón de euros a las organizaciones ecologistas.