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Desmontando el nuevo bulo de la izquierda: Murcia no va a reducir el gasto sanitario

El manejo de la covid-19 no depende del gasto sino de la gestión, pero en cualquier caso no es cierto que Murcia haya reducido estos gastos en 2020.

El manejo de la covid-19 no depende del gasto sino de la gestión, pero en cualquier caso no es cierto que Murcia haya reducido estos gastos en 2020.
La izquierda miente: Murcia aumenta el gasto en salud | EFE

Desde la tarde del jueves 23 de abril corre como la pólvora un nuevo bulo orquestado por la extrema izquierda política y mediática. La campaña consiste en denunciar el supuesto recorte de gasto que habrían pactado PP, Ciudadanos y Vox en el marco de la tramitación de los presupuestos de la Región de Murcia para 2020.

Sin embargo, un análisis detallado de los presupuestos del gabinete que preside el popular López Miras revela que los presupuestos han crecido de forma ininterrumpida desde 2015, describiendo un aumento del 17,4% durante dicho periodo. La evolución de los montos presupuestados serían la siguiente:

  • Año 2015: 1.605 millones de euros.
  • Año 2016: 1.687 millones de euros.
  • Año 2017: 1.713 millones de euros.
  • Año 2018: 1.861 millones de euros.
  • Año 2019: 1.883 millones de euros.
  • Año 2020: 1.885 millones de euros.

Si se suman los presupuestos de la Consejería a los ingresos propios del sistema de salud regional, encontramos que la trayectoria sigue siendo ascendente. Por ejemplo, mientras que en 2019 se proyectaba un gasto total de 1.927 millones derivado de la suma de ambos epígrafes, en 2020, se plantea llegar a los 1.930 millones (una subida de 3 millones de euros).

En consecuencia, si nos ceñimos a los presupuestos, no hay ni rastro de recortes en la sanidad murciana. Pero, ¿qué pasa con el gasto desembolsado en la práctica, es decir, con la liquidación presupuestaria? También aquí vemos que el gasto real arroja una tendencia ascendente en la región mediterránea. Así, comparando 2015 y 2019, vemos que el gasto liquidado en materia de salud sube de 2.127 a 2.372 millones de euros, equivalente a una expansión del 11,5%. De modo que tampoco tiene sentido que PSOE, Podemos y sus altavoces mediáticos comparen el gasto liquidado en 2019 con el gasto presupuestado en 2020, puesto que no se trata de una comparativa homogénea y, si se procede a hacer dicho ejercicio, la trayectoria reciente también apunta a una subida del gasto sanitario.

No siempre hace falta gastar más

Desglosando las partidas del presupuesto, hay apenas dos epígrafes donde se produce un recorte de gasto:

  • El primero es el apartado del capítulo 4, ligado a la compra de material, suministros y otros. Aquí se pone sobre la mesa una disminución del 16,6% (pasa de 281 a 234 millones, un ajuste de 46,7 millones). Sin embargo, la evidencia reciente muestra que las compras finales tienden a ajustarse al alza cuando la situación sanitaria así lo requiere. Por ejemplo, en 2019 vemos que el gasto ejecutado en el capítulo 2.22 terminó siendo finalmente de 593 millones de euros, 312 millones más de lo presupuestado. Por lo tanto, no parece lógico sembrar el miedo sobre los "recortes en la compra de material sanitario", porque el gasto efectivo se ajusta a las necesidades del sistema de salud y, de hecho, el gobierno murciano está desembolsando un promedio de 15 millones de euros semanales de gasto extra para atender la situación provocada por la pandemia. Además, también hay que tener en cuenta que un menor gasto no implica un menor volumen de compras, puesto que la administración puede realizar compras centralizadas que permiten abaratar las adquisiciones. Por ejemplo, en 2020 está previsto un ahorro de 24,8 millones derivado de la adquisición centralizada de material sanitario para todos los hospitales y centros de salud murcianos. Además, la intensificación de la prescripción de genéricos y biosimilares está llamada a ahorrar otros 13,6 millones, mientras que la revisión de protocolos asistenciales podría generar una reducción de 8,3 millones.
  • El segundo es el apartado del capítulo 4 dedicado a transferencias a las farmacias. En este epígrafe hay una caída del 12,6%, equivalente a 31 millones, puesto que el monto presupuestado pasa de 238 a 208 millones. Hay que advertir, sin embargo, que 20 de esos 31 millones se abaratan por la implantación de genéricos y biosimilares en las prescripciones farmacéuticas, mientras que otros 9 millones se deben a un programa de suministro directo a dependientes que permite reducir el monto total desembolsado por la Administración. Por otro lado, hay que recordar que el gasto ejecutado en 2019 se situó en 387 millones, 148 millones más de lo que habían anotado inicialmente los presupuestos. En consecuencia, la experiencia de pasados ejercicios pone de manifiesto que, si la situación sanitaria lo requiere, el gobierno murciano ha ajustado al alza su gasto farmacéutico.

El enfoque desnortado de la izquierda

Con esta campaña, la izquierda vuelve a incurrir en un bulo sobre el gasto de los feudos del PP en el ámbito sanitario, algo especialmente irónico si tenemos en cuenta que, en los últimos años, las regiones tradicionalmente gobernadas por el partido azul han subido un 13% su gasto en esta materia, frente a la reducción del 4% observada en los territorios donde la izquierda ha gozado de un claro predominio en las instituciones regionales.

Aunque sí es cierto que el gasto aprobado para 2020 crece solo de manera moderada (0,2%), pero no es menos cierto que la previsión de déficit del conjunto de las Administraciones Públicas para el presente del año oscila, según el Banco de España, entre el 7% y el 11% del PIB, lo que conduce al Tesoro a una profunda crisis fiscal que puede poner en jaque la solvencia misma del Reino. Por lo tanto, parece sensato evitar grandes aumentos del gasto como los que reivindican PSOE y Podemos, sobre todo porque la mejor forma de salvaguardar los servicios básicos es evitar la quiebra de las finanzas públicas que los sostienen.

Vale la pena recordar, por otra parte, que los Presupuestos que aprueba Murcia fueron negociados por PP, Cs y Vox en el último trimestre de 2019. De hecho, aunque PSOE y Podemos los revisaron entre enero y febrero, no introdujeron ninguna enmienda específica sobre las cuestiones que ahora critican.

Ahora que la Asamblea ha recuperado su actividad, la mayoría conformada por los tres partidos del centro-derecha ha dado luz verde al documento acordado hace meses para así tener un plan de gasto acorde a sus planes de legislatura. Sin embargo, partiendo de esa base, el gobierno tiene mucho margen para aprobar modificaciones de crédito que reasignen gasto para reducir en otras partidas y aumentar en el ámbito sanitario asociado a una pandemia que surgió meses después de la elaboración original de los presupuestos.

La clave contra la covid-19 no es el gasto, sino la gestión

La evidencia internacional y doméstica nos recuerda, además, otra cuestión que parece olvidar la izquierda a la hora de tratar esta cuestión, y es que atender la emergencia asociada a la covid-19 no implica necesariamente un aumento significativo del gasto sanitario.

Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, epicentro de la infección, el gobierno autonómico estima que el repunte de los desembolsos en materia de salud será de alrededor de 1.000 millones de euros, lo que apenas supone el 0,4% del PIB regional o el 4,4% del gasto público realizado por la CAM.

La verdadera clave, como demuestran Alemania, Austria o Corea, es anticipar lo máximo posible las medidas de aislamiento y desplegar una estrategia de contención que minimice los contagios y evite una saturación en los hospitales. En este sentido, Madrid es un caso de estudio interesante, porque las "medidas blandas" anunciadas por Ayuso y Almeida permitieron "aplanar" la curva de contagiados. En sentido inverso, la lenta reacción del gobierno nacional de PSOE y Podemos hizo que los fallecimientos por COVID-19 hayan aumentado en un 80% con respecto al número de muertes que se habrían producido en el caso de que Pedro Sánchez hubiese movido ficha una semana antes, coincidiendo con la reacción del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.

Murcia es, de hecho, otro caso de estudio interesante, puesto que figura entre las comunidades autónomas con menos contagios por covid-19 gracias a que tomó medidas de forma rápida, contundente y eficiente. De hecho, el gobierno regional cree que el gasto ligado a la atención de la pandemia subirá en 65 millones de euros, a razón de 15 millones de repunte mensual durante un cuatrimestre. El monto total que supondría este crecimiento de los desembolsos solo supone el 0,2% del PIB regional o, lo que es lo mismo, el 1,1% del presupuesto autonómico.

Al final de 2020, es seguro que las previsiones de PSOE, Podemos y sus altavoces se habrán demostrado falsas. De hecho, la evidencia de años anteriores, los planes comunicados por el Ejecutivo, los documentos presupuestarios y la situación sanitaria sugieren que, en realidad, el gasto será, sin duda, mayor que en 2019 y mayor de lo presupuestado.

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