El fabricante sueco de redes y equipos de telecomunicaciones Ericsson obtuvo un beneficio neto atribuido de 2.156 millones de coronas suecas (197 millones de euros) en el primer trimestre de 2020, lo que supone un retroceso del 6,9% respecto de su resultado del mismo periodo de 2019, según ha informado la compañía, que ha destacado el "impacto limitado" de la pandemia en su actividad, por lo que ha confirmado sus objetivos para el periodo 2020-2022.
La cifra de negocio de Ericsson entre enero y marzo de 2020 alcanzó los 49.750 millones de coronas (4.538 millones de euros), un 1,7% más que en el primer trimestre de 2019, con un crecimiento del 11% en Norrteamérica, hasta 17.900 millones de coronas (1.633 millones de euros), pero una caída del 7% en Europa y Latinoamérica, hasta 12.200 millones de coronas (1.113 millones de euros).
Entre sus diferentes líneas de negocio, la división de redes elevó un 5% su facturación hasta marzo, con 35.100 millones de coronas (3.202 millones de euros), mientras que el área de servicios digitales registró una caída del 6%, hasta 7.300 millones de coronas (666 millones de euros). Por su parte, la división de negocios emergentes facturó 1.600 millones de coronas (146 millones de euros), un 11% menos.
"Ericsson registró un sólido reultado durante el primer trimestre, con un impacto limitado de la pandemia de Covid-19", declaró Börje Ekholm, presidente y consejero delegado de la compañía, quien destacó la mejora del margen bruto de la empresa hasta el 40,4% desde el 38,5% del primer trimestre de 2019.
"Existe incertidumbre a corto plazo sobre los volúmenes de ventas debido al Covid-19 y la situación macroeconómica, pero con la visibilidad actual no tenemos ninguna razón para cambiar nuestras metas financieras para el periodo 2020-2022", añadió Ekholm.
Por otro lado, el ejecutivo señaló que la pandemia de Covid-19 y las medidas de contención implementadas por los gobiernos están dificultando las entregas y suministros de la compañía como consecuencia de los confinamientos y de las restricciones a los viajes en numerosos países, mientras que, a pesar de que por ahora no se han producido efectos materiales sobre la demanda de la compañía, el consejero de Ericsson considera prudente pensar que la recesión económica puede llevar a algunas operadoras a aplazar sus planes de inversión.
En este sentido, Ekholm expresó su preocupación sobre posibles retrasos en la inversión en 5G en Europa, lo que implica que "Europa puede quedar rezagada en una infraestructura digital clave para el futuro", como se ha evidenciado durante la pandemia, por lo que subrayó la necesidad de que los gobiernos alienten las inversiones en 5G como una forma de reactivar las economías.