La economía española registrará en 2020 una contracción "sin precedentes en la historia reciente", que superará "con creces" la que se produjo en cualquiera de los años de la crisis financiera global, según cálculos preliminares del Banco de España recogidos en el artículo Escenarios macroeconómicos de referencia para la economía española tras el Covid-19 publicado este lunes por la institución.
El Banco de España, utilizando dos metodologías distintas, calcula que el PIB caerá este año, en promedio, entre un 6,6% y un 8,7% en el caso de que el confinamiento de la población dure ocho semanas (el caso más probable, en su opinión) y del grado en el que persista la perturbación tras finalizar el estado de alarma.
Así, si se produjera una normalización de la actividad casi completa después del estado de alarma, el retroceso del PIB sería del 6,6%, pero si la normalización no llega hasta el cuarto trimestre, la caída sería del 8,7%. En el supuesto de que el estado de alarma se alargara hasta las 12 semanas y no se hubiera llegado a la normalización de la actividad a fin de año, particularmente en las ramas ligadas a hostelería, restauración y ocio, la economía española podría caer hasta un 13,6% en 2020.
Este sería el escenario que contempla la institución a partir de una metodología basada en la oferta, con una naturaleza "eminentemente contable", pero que, a su juicio, resulta útil para poder disponer de una estimación verosímil de la magnitud de la crisis.
Utilizando otra metodología distinta, la del Modelo Trimestral del Banco de España (MTBE), el que utiliza habitualmente la institución para la realización de sus proyecciones macroeconómicas y que considera más efectivo en horizontes temporales amplios, la caída del PIB podría situarse este año entre el 6,8% y el 9,5% de media si el confinamiento dura ocho semanas y llegar hasta el 12,4% si el estado de alarma se extiende a 12 semanas.
En concreto, con esta metodología, el PIB retrocedería un 6,8% con un confinamiento de ocho semanas y suponiendo que las medidas puestas en marcha eviten la pérdida duradera de puestos de trabajo y el cierre de empresas, y ahondaría su caída hasta el 9,5% si, durante el estado de alarma ocho semanas, una cierta proporción de empresas no logran evitar que sus problemas de liquidez se conviertan en problemas de solvencia.
En el supuesto de que el confinamiento fuera de 12 semanas y existiera una proporción mayor de empresas que no lograran evitar dificultades de solvencia, el PIB podría contraerse hasta un 12,4% este año.
En cada uno de los tres escenarios el nivel del PIB del final de 2020 sería inferior al que se preveía en las proyecciones de diciembre de 2019 en 8,5 puntos, 10,4 puntos y 12,5 puntos, respectivamente.
Contracción del 4,7% en el primer trimestre
El Banco de España hace además una proyección sobre el PIB del primer trimestre, que se vio afectado solamente durante la última quincena por la declaración del estado de alarma. La institución estima que la economía española retrocedió un 4,7% entre enero y marzo, aunque subraya que esta cifra debe interpretarse "con grandes dosis de cautela", pues se ha calculado a partir de suponer una proporción determinada de descenso de actividad en cada rama.
El aumento del número de semanas de confinamiento en el segundo trimestre llevaría a una intensificación del ritmo de caída intertrimestral del PIB en ese período, cuya magnitud variaría según el escenario considerado.
Recuperación en 2021
El Banco de España insiste, en cualquier caso, en la naturaleza provisional de estos cálculos, que serán sometidos a una revisión continuada en los próximos meses, a medida que se vaya disponiendo de nueva información.
"La perturbación sufrida por la economía española es, como en el caso de otros países, de una notable severidad, aunque subsiste una gran incertidumbre acerca del impacto concreto sobre el crecimiento del PIB en 2020, que depende de factores como la duración del confinamiento, las características de la transición hacia la normalidad y el éxito de las políticas económicas en limitar la persistencia de los efectos sobre la actividad y el empleo, esperándose en todo caso un repunte desde la segunda mitad del año, dando pie a una recuperación notable en 2021", apunta el Banco de España.
De hecho, con el modelo de simulación del MTBE, la institución que gobierna Pablo Hernández de Cos calcula que el PIB crecerá en 2021 entre un 5,5% y un 8,5%, dependiendo de la duración final del confinamiento y de si las medidas adoptadas lograron contener la pérdida de empleos y empresas y los problemas de solvencia de éstas.
En todo caso, la institución precisa que, de cara a 2021, cabe esperar que la economía española recupere una parte significativa, pero no completa, del flujo de actividad y empleo que se esperaba antes de la pandemia.
El déficit podía llegar al 11%
Con independencia de los distintos escenarios construidos, el Banco de España reconoce que el coste presupuestario del episodio recesivo causado por el Covid-19 será "muy elevado", como consecuencia tanto de las medidas adoptadas como, sobre todo, de la actuación de los estabilizadores automáticos.
Según los distintos escenarios considerados, la institución calcula que déficit público de 2020 podría situarse en una horquilla comprendida, aproximadamente, entre el 7% y el 11% del PIB. Para 2021, estima que el déficit estará entre el 5,2% y el 7,4%. Por su parte, la deuda pública se situaría este año y el próximo en niveles comprendidos entre el 110% y más del 120% del PIB, aproximadamente.
En todas estas estimaciones el Banco de España ha tenido en cuenta el coste de las medidas puestas en marcha por el Gobierno para limitar el impacto económico y social de la pandemia, pero no las anunciadas ni delimitadas con precisión, como es el caso del ingreso mínimo vital.
En función de los distintos escenarios considerados, la institución monetaria calcula que la tasa de paro podría escalar en 2020, en media anual, a porcentajes de entre el 18,3% y el 21,7% de la población activa y bajar en 2021 a tasas de entre el 17,5% y el 19,9%.
"El repunte de la actividad económica se traduciría en una reversión parcial del descenso del desempleo en 2021, que, no obstante, todavía se mantendría en niveles notablemente superiores a los que se pronosticaban antes de la irrupción de la crisis sanitaria", afirma.