Javier Fernández-Lasquetty ha destacado en Sin Complejos, de esRadio, que el ingreso mínimo vital que quiere aprobar el Ejecutivo de Sánchez e Iglesias todavía no se ha dicho con qué dinero se va a pagar, "lo que es seguro es que terminará saliendo del bolsillo del contribuyente". En cualquier caso, ha recordado que, desde los años noventa, "en todas las comunidades autónomas existen programas de rentas mínimas que ya perciben en toda España 300.000 familias". En el caso de Madrid, puntualizaba, "22.000 hogares están recibiendo este ingreso mínimo porque no tienen ningún otro ingreso".
Dicho esto, se preguntaba Lasquetty, "¿por qué viene ahora, en esta crisis, en medio de esta pandemia el Gobierno a meter esta cuestión como si fuera algo imprescindible que va a hacer falta hoy?". Y añadía el consejero que quizá porque habrá más personas que van a quedarse sin ingresos, pero puntualiza que "para eso estamos ya las comunidades autónomas y para eso existen ya programas y herramientas".
En definitiva, decía Lasquetty, servirá para que el Ejecutivo meta un componente "ideológico y sectario en esto. Es un intento claro de hacer peronismo a gran escala. Es aprovechar la crisis de una pandemia para comportarse como un peronista" y esto es gravísimo a su juicio.
Frente a esa actitud, Lasquetty sacaba pecho de cómo Madrid está "ayudando a los autónomos con las cuotas de la seguridad social" y añadía que lo importante es tratar de evitar que la falta de liquidez acabe con el tejido productivo y flexibilizar al máximo la economía para permitir que las empresas sean las que salga de la crisis con menos regulación y menos parálisis. "Yo creo que ahí tendríamos que hacer todas las administraciones, y sobre todo la principal, que se haga un esfuerzo de aligerar la regulación y el intervencionismo, que es burocracia y gastos añadidos". La clave estaría, decía Lasquetty, en "que sean los propios empresarios los que reaccionen".
Por último, ha dicho que el riesgo que vivimos ahora no es que haya que tomar deuda de una manera puntual para hacer frente a los miles de millones que está costando el esfuerzo en sanidad para luchar contra el virus, la desgracia estaría en que el Gobierno se haga adicto a esa situación, a esa deuda. Eso no sería bueno. "Tendríamos que prepararlo todo para que, cuando termine la crisis sanitaria", añadía Lasquetty, "podamos ajustar lo que tenemos a lo que necesitamos e incluso que la iniciativa privada plantee soluciones a los problemas que tendremos entonces".