En plena guerra por hacerse con test rápidos para detectar a personas infectadas por COVID-19 (Estados Unidos quiere hacer 20 millones de test por semana) cuatro pueblos de la provincia de Teruel han dado una lección de eficiencia al Gobierno regional y también al nacional. Las localidades de Utrillas, Escucha, Palomar de los Arroyos y Fuenferrada han conseguido comprar 1.500 test a 10 euros cada uno a la empresa barcelonesa Palex Medical. Los test proceden de la empresa china Hangzhou AllTest Biotech y tienen el certificado CE. Pero lo más llamativo es que tienen una sensibilidad del 85% y una exactitud del 92,9%, unas cifras que superan a los test que el Ministerio de Sanidad compró a China, según ElEconomista. Estos porcentajes superarían la sensibilidad del 30% de los que compró en China el Gobierno de Pedro Sánchez.
En total, los cuatro municipios han destinado 15.000 euros a la compra de estos test rápidos y otros 15.000 euros para contratar al personal sanitario necesario para realizar las pruebas. Pese a esta buena gestión, el alcalde de Utrillas, Joaquín Moreno (Ciudadanos) ha asegurado que el Gobierno aragonés "no ha querido colaborar" para adquirir estos test. Según Moreno, "desde la Dirección de Atención Primaria no se autoriza a utilizar las instalaciones del centro de salud al tratarse de unas pruebas que no están aprobadas por la DGA", afirmó a El Heraldo de Aragón. "Que Sanidad no haga test a todo el mundo en un colectivo de riesgo es un error, pero que no colabore con quienes queremos hacerlos, es más grave aún", comentaba al diario el alcalde de Utrillas. Al parecer, según aseguran los alcaldes de estas localidades, la transacción ha sido rápida y han conseguido cerrarla en pocas llamadas. Sin embargo, no han recibido el respaldo del Gobierno regional. Según ha publicado también El Heraldo, el Gobierno de Aragón piensa prohibir este tipo de test si no existe una prescripción facultativa previa o se ajustan a los criterios establecidos por la autoridad sanitaria competente.
Barbate, otro ejemplo
Varios municipios españoles están dando lecciones de buena gestión frente a esta crisis vírica. Uno de ellos es Barbate que, con más de 20.000 habitantes, no tiene ningún infectado por coronavirus gracias a las medidas prematuras del Ayuntamiento de la localidad andaluza. En la mesa de trabajo creada por el consistorio, contaban con el asesoramiento del médico Fernando Árevalo y con el de otros profesionales que animaron a tomar medidas restrictivas varios días antes de que lo hiciera el Gobierno de España. Desde el mes de febrero el consistorio pidió a los vecinos no salir de casa, además de poner medidas restrictivas en los centros gestionados por el municipio.