El drama por la desprotección que sufren los farmacéuticos ante el Covid-19 es cada vez mayor. Los distribuidores están removiendo cielo y tierra para conseguir abastecer de mascarillas, guantes, batas impermeables y geles a los boticarios. Sin embargo, una vez que lo consiguen y logran comprar grandes partidas de material sanitario en el extranjero, se topan con el Gobierno español en las aduanas, tal y como ha confirmado a Libertad Digital, la patronal de la distribución farmacéutica, Fedifar.
"Ha habido incautaciones de pedidos en curso, tanto en origen como en los distintos almacenes cuando llegaron las cajas con las mascarillas", comunican fuentes de Fedifar a este diario. El Gobierno requisa sin más dilación lo que llega a las aduanas dejando desprotegidos a uno de los sectores más castigados como es el de las oficinas de farmacia, que ya tiene entre sus bajas a 459 contagiados y 9 farmacéuticos muertos por Covid-19, según los últimos datos facilitados el 7 de abril por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de España a este medio. Además, obviamente, de no poder satisfacer la demanda de los clientes que no encuentran mascarillas en los establecimientos farmacéuticos desde hace más de un mes. Todo llega con cuentagotas, o mejor dicho, no llega.
Temor a nuevas confiscaciones
Los distribuidores farmacéuticos conocen esta alarmante situación, y se están dejando el pellejo por abastecer y cubrir las necesidades de los boticarios. Ahora temen que los nuevos pedidos que tanto les está costando adquirir en el mercado internacional, vuelvan a ser incautados en las aduanas o almacenes por el Gobierno, según han informado fuentes de Fedifar. "Es una de nuestras incertidumbres. Si finalmente los distribuidores compran las mascarillas en el mercado ¿es posible que se intervengan como ha sucedido anteriormente? Nos movemos en ese escenario de incertidumbre", alertan desde Fedifar.
El motivo principal de la intervención del material es que el Gobierno se ampara en que no consideran a los farmacéuticos personal sanitario por lo que el reparto en farmacias no es prioritario para ellos. Así fue cómo el Ministerio de Sanidad dejó fuera de la ecuación a los boticarios, equiparando su actividad laboral con la de "las cajeras del supermercado", tal y como sentenció el epidemiólogo Fernando Simón el pasado 23 de marzo.
Los farmacéuticos estallaron ya que, como explicaron desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid y de España, los boticarios están atendiendo a pacientes todo el día y muchos de ellos son Covid-19 o asintomáticos que vienen a por medicina para sus familiares enfermos de coronavirus.
Falta de garantías
El presidente de Fedifar, Eladio González Miñor, ha destacado la descoordinación que existe por parte de las autoridades sanitarias gubernamentales: "No tenemos información sobre si existirá una regulación de precios, algo importante para saber a qué precio se pueden adquirir las mascarillas en el mercado; tampoco sabemos los canales de distribución que fijarán para su venta o reparto gratuito, nos movemos en un marco de mucha incertidumbre y de falta de información, que dificulta enormemente la gestión de esta situación por parte de nuestras empresas", apunta.
La red de distribuidores farmacéuticos españoles también critica que además de enfrentarse a las futuras incautaciones y pérdida del material, están lidiando con grandes obstáculos burocráticos. No obstante, González Miñor quiere dejar claro que pese al incremento de precios de las mascarillas debido a la gran demanda mundial, "en ningún caso las empresas que conforman Fedifar están incrementando inusualmente el margen que aplican a estos productos; es más, en muchas ocasiones aplican márgenes insuficientes para cubrir los costes de las operaciones", ha incidido el presidente.
Por último, desde la Federación señala que "la vocación de todas las empresas de distribución farmacéutica siempre ha sido y es priorizar el suministro de estos productos a las oficinas de farmacia". Confiesan que lo llevan haciendo desde el inicio de la crisis del Covid-19 pero advierten de que hay una ausencia total de garantías en los canales de distribución lo que suma a la gran demanda y falta de suministro por parte de los fabricantes". Aun así, llegue o no, van a continuar comprando el material sanitario e intentando esquivar las dificultades con las que se están encontrando, ha concluido la patronal.