La crisis derivada del coronavirus ha devuelto a la vida las casi olvidadas tarjetas prepago como método para abonar por parte de administraciones y ONG las prestaciones a personas y familias en situación social más frágil.
CaixaBank lidera la activación de este tipo de tarjetas, ya que ha reforzado su línea de colaboración con administraciones públicas y entidades sociales para emitir de forma urgente más de 200.000 tarjetas prepago sociales durante el estado de alarma por la pandemia del Covid-19. También El Corte Inglés, a través de la Fundación Areces, ha revitalizado este tipo de vales en las ultimas semanas.
Las personas beneficiarias de las tarjetas prepago son aquellas que, debido a la situación de confinamiento y al cierre de servicios sociales a causa del estado de alama, se han visto imposibilitadas para acceder a la prestación que reciben. Según Cruz Roja, la actual situación ha aumentado un 25% la demanda de comida en colectivos vulnerables.
Ante ello, administraciones y ONG están recurriendo a las tarjetas prepago sociales para abonar ayudas socioeconómicas como, por ejemplo, las de comedor que reciben algunos escolares.
Es el caso del Gobierno de Baleares que, con el apoyo de Caixabank, ha activado las tarjetas prepago para las becas comedor de 6.000 alumnos, o el ayuntamiento de Madrid, que también en cooperación con la entidad que preside Jordi Gual y de la cual es consejero delegado Gonzalo Cortázar, ha facilitado 2.000 tarjetas sociales a familias vulnerables. El Gobierno de Navarra también ha optado por el sistema de tarjetas prepago, que distribuye a través de Cruz Roja.
En el caso de las tarjetas prepago de Caixabank, estas están preparadas para disponer únicamente de un determinado saldo, cargado de antemano. Como son recargables, sin embargo, la ayuda se puede renovar periódicamente sin que el usuario tenga que hacer ningún trámite, y pueden programarse de forma que el consumo se realice sólo en determinados tipos de establecimientos como supermercados y farmacias.
Colaboración Público-Privada
Otro ejemplo de colaboración-publico privada para la atención de vulnerables es el de la Fundación Areces que se materializará en este sistema de tarjetas prepago para atender a 500 familias para la adquisición de productos de alimentación y de primera necesidad, aunque en este caso la compra está condicionada a que sea en los supermercados del grupo El Corte Inglés.
La Fundación Areces y El Corte Inglés colaboran de esta manera con el Ayuntamiento de Madrid en su plan para paliar los efectos que la crisis derivada de la pandemia está teniendo en los colectivos más vulnerables.
Reforzando la emisión
La crisis derivada de la pandemia del coronavirus ha hecho que la necesidad de tarjetas para ayudas sociales se dispare en apenas unos días. Por este motivo, CaixaBank ha hecho frente a la situación "reforzando su capacidad de emisión de tarjetas prepago y fortaleciendo la colaboración con las instituciones clientes que les han trasladado su necesidad de disponer de una alternativa a la distribución presencial de ayudas".
El uso de estas tarjetas aporta múltiples ventajas a quienes las perciben. Pueden utilizarse sin necesidad de tener cuenta bancaria ni ser cliente de una entidad concreta. Asimismo, cuentan con los servicios característicos de las tarjetas de CaixaBank: permiten consultar el saldo y los movimientos en los cajeros o en la web 'www.moneytopay.com' y ofrecen la protección CaixaBankProtect frente a operaciones fraudulentas realizadas por terceros.