Internet se ha convertido en un elemento imprescindible de nuestras vidas. La red de redes nos ofrece posibilidades y ventajas infinitas, ya que nos permite relacionarnos compartiendo información con otras personas, divertirnos con los videojuegos, escuchar música o comprar en tiendas online. Un gran número de estos servicios se prestan gracias a la cantidad de información y datos personales que los usuarios aportamos a las empresas que ofrecen estos servicios, así como a otros usuarios del ámbito digital. A pesar de ello, muchas personas no son conscientes de los riesgos que esto puede suponer para su seguridad y privacidad en internet. Una de las mejores formas de mejorar nuestra seguridad y privacidad digital es utilizar una VPN.
¿Qué es una VPN?
VPN es el acrónimo de Virtual Private Network, o lo que es lo mismo, red privada virtual. Esta tecnología de red de ordenadores protege nuestro tráfico por internet contra cualquier tipo de amenaza, garantizando nuestra privacidad y seguridad en el ámbito digital. Los smartphones, televisiones, ordenadores y demás dispositivos generalmente se comunican con el router que conecta nuestro hogar con el proveedor de internet que tengamos contratado, tanto por cable como de forma inalámbrica. Todos estos dispositivos, cada uno de ellos con una dirección IP propia, forman una red local o LAN, de modo que pueden compartir archivos y periféricos sin tener que pasar por internet. Una VPN permite crear una extensión de una red privada para su acceso desde internet, es decir, crea una red local, pero sin la necesidad de que los dispositivos estén físicamente conectados entre ellos.
Más allá de su componente virtual, la VPN garantiza a los usuarios un acceso seguro a los servidores de la compañía, ya que la información y los datos que recorren este túnel están cifrados de extremo a extremo. Esto se debe a que tu tráfico de red se pone en contacto con tu proveedor de Internet, pero en ese punto se dirige directo al servidor VPN, desde donde avanza hasta los distintos servicios web. De esta forma, tu proveedor de internet nunca sabrá a qué servicio estás accediendo en ese momento, debido a que tu dirección IP es la del servidor VPN, por lo que es como si te estuvieras conectando a la red de redes de forma física desde ese lugar virtual. Además de garantizar la privacidad a la hora de navegar por internet, la VPN también añade diferentes capas extras de seguridad.
¿Para qué sirve una VPN?
Existen muchas razones para utilizar una VPN en la actualidad. Una de las más populares es para evitar la censura y los bloqueos geográficos de contenido de las diferentes plataformas de streaming. Por ejemplo, una VPN para ver Netflix ofrece la posibilidad de cambiar virtualmente de región y acceder al catálogo de contenidos de otros países, como es el caso de Estados Unidos, permitiéndote acceder a todo su contenido bloqueado en nuestro país. Hay que tener en cuenta que en España solo tenemos un 20% del catálogo disponible en Estados Unidos, ya que, mientras que Netflix España cuenta con 237 series y 1.050 películas, en EEUU hay más de 1.300 series y más de 4.000 películas disponibles.
Como hemos comentado anteriormente, una VPN añade una capa extra de seguridad a nuestra navegación por la red. Este aspecto es fundamental cuando nos conectamos a un punto de acceso Wifi público, como los que se analizan aquí. Aunque no lo creamos, cuando nos conectamos a cualquier red pública asumimos muchos riesgos, ya que estamos exponiendo nuestro tráfico, nuestra identidad y nuestros datos al resto de la red. Por este motivo, las VPNs se convierten en el mejor mecanismo de defensa para que toda esta información y datos que compartimos se envíen cifrados, de modo que las amenazas externas no pueden hacer nada con ellos. Sin embargo, también es importante utilizar una VPN de pago que garantice ciertos elementos de seguridad, como que no haya registro de actividad y que use un cifrado fuerte en las conexiones.
Aunque no te conectes a redes públicas, o busques contenidos de otros países en las diferentes plataformas de streaming, una VPN te servirá simplemente para aumentar tu seguridad en el hogar. Esta tecnología de red de ordenadores puede actuar como cortafuegos de seguridad extra para blindar todas las conexiones de tus dispositivos electrónicos. De esta forma, cualquier amenaza externa, o tu propio proveedor de internet, tendrá muchas más dificultades a la hora de acceder a tu información y datos. Además, no podrá conocer tu historial de búsquedas y tampoco podrá rastrearte al navegar por internet. Los múltiples usos de este tipo de conexiones y su gran versatilidad las hacen cada vez más populares entre todos los usuarios. Por este motivo, no te olvides de utilizar una VPN si quieres proteger tu privacidad y aumentar la seguridad en la red.