El martes 31 de marzo los trabajadores por cuenta propia, independientemente de si han tenido que cesar su actividad o no, se despertaron con la cuota de la Seguridad Social en la cuenta bancaria. Es decir, los 3,2 millones de autónomos pagaron los 283 euros de la tarifa, algo que suscitó muchas críticas por parte de las principales asociaciones de autónomos que vienen reclamando la suspensión total de la cuota mientras dure el estado de alarma.
Pese al enfado generalizado, y según lo publicado en el BOE, los trabajadores que sigan operando tendrán que abonar la cuota del mes de abril porque la moratoria en el pago de las cuotas no entrará en vigor hasta el mes de mayo, donde ya sí se podrá solicitar un aplazamiento que será cobrado posteriormente de manera prorrateada.
Además, los autónomos que hayan pedido la prestación por cese de actividad tendrán que pedir a la Tesorería General de la Seguridad Social la devolución del dinero ya abonado. Cabe recordar que esta ayuda solo está disponible para aquellos que hayan tenido que suspender su actividad o que su facturación con respecto al mes anterior haya caído un 75%. Si la administración ha concedido esta ayuda, la medida tiene carácter retroactivo hasta el 14 de marzo, y por tanto la Seguridad Social devolvería esa parte de la cuota, pero no la cuota entera y solo afectará a 360.000 autónomos, el 11,2% del total.
Para el mes de abril, el Gobierno ha dejado abierta la posibilidad de pedir un aplazamiento en el cobro de la cuota durante los 10 primeros días, pero, como la moratoria no entra en vigor hasta mayo, este aplazamiento incluye un interés del 0,5%. Para los autónomos que no tengan derecho a la moratoria, el aplazamiento de la cuota de mayo también tendrá un interés del 0,5%. Estos aplazamientos deberán ser abonados, además, seis meses después de pedirse. Una medida que desde ATA han calificado como poco efectiva, ya que los trabajadores tendrán que pagar lo mismo, solo que unos meses más tarde.