Las medidas de confinamiento decretadas en España desde el pasado domingo 15 de marzo para contener la propagación del coronavirus ya han provocado que más de 3,5 millones de trabajadores hayan sido ya expulsados del mercado laboral, tras el cierre de establecimientos, fronteras e incluso de la industria no esencial, que ha provocado un gran agujero en el empleo para el comercio, el turismo y la industria nacional.
En concreto, según los datos recopilados por Europa Press a partir de la información ofrecida por las distintas autoridades laborales de cada comunidad autónoma, hasta este lunes 6 de abril se han presentado 474.000 Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), que afectan a cerca de 2,7 millones de trabajadores, una cifra a la que se suman los casi 850.000 empleos destruidos en el mes de marzo, tras la aprobación del estado de alarma.
Mientras que los primeros -que representan el 77% del total- puede que vuelvan a recuperar su empleo, en el caso de lo segundos, se trata de una pérdida neta de afiliación a la Seguridad Social. Eso sí, si las empresas no vuelven a retomar su actividad con normalidad, muchos de esos ERTE pasarán a ser parados.
Las cifras contrastan con las ofrecidas el pasado jueves por la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, que apuntó a 250.000 ERTE y a la concesión de 620.000 prestaciones por desempleo, afirmando, no obstante, que no todas las comunidades autónomas están cooperando dando datos de los expedientes. Es muy llamativo que Europa Press sí haya conseguido los datos y que la ministra de Trabajo no haya sido capaz de hacerlo.
A Díaz le sentó muy mal una de las preguntas de Libre Mercado la semana pasada sobre este asunto. "Ya hay cálculos de que con los ERTE nos podemos ir a los 6 millones de parados si finalmente estas empresas no logran superar la crisis", apuntó este periódico, ante lo que una "perpleja" ministra de Trabajo insistió en que "los ERTE no son parados". No son parados porque las estadísticas de su ministerio no los cuentan como tales, pero pueden serlo.
Alerta en Cataluña, Andalucía y Madrid
De los 2,7 millones de empleados afectados por los despidos temporales, 620.000 se encuentran en Cataluña; seguidos de los 427.000 de Andalucía; y de los 400.000 en Madrid. Entre las tres copan cerca del 54% de las personas afectadas en todo el territorio nacional.
Les siguen, en este orden, la Comunidad Valenciana, donde hasta el momento hay 277.000 trabajadores afectados; Castilla y León, con 160.000 personas; Canarias, con 158.000; Galicia, con 156.000; País Vasco, con 153.000; y Murcia, con 100.000, la última región que supera esta cifra.
Por debajo de los 100.000 afectados se encuentran Castilla-La Mancha, con 70.000 trabajadores registrados en ERTE; Aragón, con 34.500; Cantabria, con 30.000; Extremadura, con 10.500; Navarra, con 22.000; y Ceuta, Asturias y Baleares, que llevan un tiempo sin ofrecer nuevos datos.
Consejerías, desbordadas
Las consejerías encargadas de tramitar estos expedientes se encuentran actualmente desbordadas, después de que el Gobierno decidiese flexibilizar su tramitación para que el cierre de establecimientos tenga la menor afectación en el empleo, una vez los casos de contagios comiencen a remitir y la actividad pueda volver a la normalidad.
De hecho, los ERTE que están presentado la mayoría de las empresas son de fuerza mayor, lo que garantiza el mantenimiento del empleo, al menos, durante los seis meses siguientes a su finalización.
Asimismo, los afectados tendrán derecho a cobrar la prestación por desempleo o 'paro', incluso si no cumplen con el periodo mínimo de cotización exigido para ello, mientras que las empresas que tengan menos de 50 empleados no tendrán que pagar las cuotas a la Seguridad Social y, el resto, tan solo un 25%, para que puedan reiniciar su actividad con más facilidades.