Ante la situación de emergencia generada con motivo de la crisis del coronavirus, Fundación MAPFRE ha anunciado hoy que destinará 35 millones de euros a distintos proyectos de ámbito internacional que tienen como objetivo proteger mejor a la población frente al virus, ayudar a los colectivos más desfavorecidos y contribuir a la salida de esta crisis con el menor impacto posible.
Entre ellas destacan dos medidas de actuación inmediata: apoyo a la investigación del COVID-19, que cuenta con una dotación de 5 millones de euros; y una segunda, para la adquisición de respiradores, material médico, equipos de protección sanitaria y realización de pruebas, de la que se beneficiarán residencias, hospitales y centros médicos de 27 países, especialmente de Latinoamérica. La dotación para adquirir este material, clave para frenar la enfermedad y proteger mejor a las personas, alcanza los 20 millones de euros.
También ha destinado una partida de 10 millones de euros para impulsar acciones en España, dirigidas a atender psicológicamente a los ciudadanos que hayan perdido a un familiar; acompañar a los mayores que se encuentren solos a través del voluntariado; asistir a las personas de la tercera edad con menos recursos mediante microdonaciones; desarrollar y fabricar respiradores automáticos y equipos de protección individual; proporcionar bienes de primera necesidad; y recuperar el empleo a través de ayudas, dirigidas principalmente a pymes y autónomos.
I+D en la lucha contra el coronavirus
Fundación MAPFRE ha donado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) un total de 5 millones de euros para acelerar la investigación relacionada con el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia de COVID-19, y luchar así contra la enfermedad. Dicha ayuda permitirá al CSIC realizar un estudio integral de esta pandemia, profundizar en el conocimiento del virus y sus mecanismos de transmisión, y propiciar no solo una vacuna frente al mismo, sino también base científica para proteger mejor a la población frente a futuras pandemias.
La Fundación también ha financiado el desarrollo y fabricación de un prototipo de respirador, un dispositivo del que actualmente hay falta de abastecimiento y que sirve para proporcionar asistencia a las infecciones más graves del COVID-19. El dispositivo ha sido diseñado por The Open Ventilator, un equipo de investigadores españoles, gracias al apoyo de la Universidad Rey Juan Carlos y Celera, y está a punto de conseguir la autorización para su ensayo en pacientes por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, lo que permitirá comprobar su eficiencia y poder fabricarlos posteriormente con bajo coste y sin ánimo de lucro.