El Banco Santander ha decidido suspender el último pago del dividendo de 2019, que pensaba aprobar mañana en su Junta de Accionistas para que fuera abonado en mayo, y deja en el aire la retribución con cargo a 2020, después de que el BCE pidiera prudencia ante la crisis generada por la pandemia del coronavirus.
La primera decisión supone dejar de pagar un dividendo en efectivo de 0,10 euros por acción, lo que se traduce en 1.661,8 millones de euros, que la entidad dedicará ahora a incrementar sus reservas, según ha explicado este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Pero el dividendo complementario incluía además de ese abono en efectivo de 0,10 euros por acción, una opción de cobrar 0,03 euros más bajo la fórmula del dividendo elección, que da opción a elegir el cobro en nuevas acciones y elevaba la remuneración total al accionista hasta los 0,23 euros.
El grupo presidido por Ana Botín abonó el pasado noviembre un primer pago de dividendo a cuenta de los resultados de 2019, de 0,10 euros por acción, al que se iba a sumar un abono complementario del mismo importe en mayo y que es el que hoy ha cancelado.
El Banco Santander recuerda que a principios de la semana pasada advirtió de que se replanteaba su política de dividendo de 2020 y suspendió el tradicional abono a cuenta de noviembre para optar por un único pago que llegaría en 2021, sujeto a la evolución de las cuentas del grupo.
La idea de la entidad era ganar tiempo para contar con mayor visibilidad sobre el impacto de esta crisis y con la mayor flexibilidad posible para poder aumentar el crédito y ayudar a familias y empresas.
Destacaba, además, que cumplía holgadamente con los requisitos de capital para seguir repartiendo entre el 40 y el 50 % de sus resultados entre los accionistas y estaba cómodo con los colchones de capital con los que cuenta frente a las exigencias regulatorias.
Sin embargo, el Santander subraya que, esa misma semana, el BCE instó mediante una recomendación dirigida a todos los bancos europeos que supervisa, entre ellos el gigante español, que preservaran capital cancelando el reparto de dividendos, no sólo los de 2020 sino con cargo también a 2019, ejercicio más que cerrado.
Esa recomendación del BCE, prosigue el Santander, recogía explícitamente que los bancos que habían convocado ya su junta pero no la habían celebrado, como el Santander, cambiasen su propuesta de dividendos para cumplir con los deseos de la institución, con sede en Fráncfort.
Así que teniendo en cuenta todo eso, el grupo que preside Ana Botín cancela el dividendo complementario de 2019 justo un día antes de la junta que lo iba a aprobar y deja en el aire cualquier posible plan de retribución al accionista con cargo a 2020.