Los fabricantes de hidrogeles se están yendo a la quiebra en España. Muchos de ellos ya han cerrado y han paralizado la maquinaria. El motivo es la confiscación que el Gobierno está llevando a cabo a diestro y siniestro por todo el país sin pagar a los empresarios el material, lo que ha obligado a los que no han podido soportar los cargos de facturación sin cobrar, a terminar echando el cierre. Muchas de las fábricas ya han despedido a sus trabajadores y, las que intentan seguir fabricando hidrogeles desinfectantes, no pueden porque el Gobierno les ha robado las materias primas.
Horas después de que se decretase el estado de alarma el pasado 15 de marzo, la Guardia Civil comenzó a expropiar por orden del Gobierno el alcohol y la glicerina de todas las fábricas y distribuidores del territorio nacional. Un fabricante madrileño cuenta cómo vivió esta tensa situación el mismo lunes 16 de marzo. Desde ese día su producción se encuentra paralizada, no le ha quedado otra, tal y como relata a Libertad Digital.
"Se presentó la Guardia Civil y nos confiscó la materia prima, alcohol y glicerina. Nos precintaron todo el producto justo 24 horas después de decretarse el domingo 15 de marzo el estado de alarma. No tenemos dinero para seguir produciendo porque el Estado no paga, ni habla de precios ni nada; te tratan como a un contrabandista. Yo tengo que pagar las nóminas de mis obreros, las facturas de agua, luz, alquileres, el mantenimiento de la maquinaria, no tengo más dinero si no vendemos. He tenido cerrar".
Exprópiese… el alcohol
Otro empresario de Castilla-La Mancha se encuentra también sin poder distribuir el alcohol que fabrica. En su caso vende el líquido desinfectante a los fabricantes de hidrogeles, pero, desde que el Gobierno enviara a la Guardia Civil hasta su sede, ha dejado de poder distribuir el producto. Le han precintado la maquinaria y le han levantado un Acta de Aprehensión al que ha tenido acceso Libertad Digital.
La nacionalización del alcohol y la glicerina ha hecho que el Estado sea el nuevo gran dueño de estas materias primas. Los fabricantes con los que ha hablado este diario se preguntan ahora a quién tienen que comprar producto ¿al Estado? ¿Es el nuevo proveedor? Se abre, por tanto, un escenario de bolivarianización de España. El Gobierno es ahora el que decide a quién vende alcohol y glicerina y también el que pone los precios.
De este modo los fabricantes si quieren seguir con la maquinaria encendida y aquellos que puedan comprar materias primas, deben contactar con el Estado porque es el nuevo gran proveedor nacional de alcohol. Sin embargo, el Gobierno tampoco está proporcionando producto a las fábricas, no hay transferencia y con ello, muchas están quebrando ya que el desabastecimiento es total.
"Nadie está fabricando. Si el Estado se queda con todo el alcohol ¿quién nos lo va a vender? El Estado pasa a ser el propietario y nosotros tenemos que comprar al Estado, pero es que tampoco nos venden ni hacen ni dicen nada. Solo precintan y confiscan. Esto es el exprópiese de Chávez, estamos como en Venezuela. Yo nunca le tuve miedo a un gobierno, y, ahora, mis compañeros fabricantes y distribuidores estamos muy asustados porque hacen lo que quieren y después te linchan en la televisión si dices algo. Resulta que en 24 horas hemos pasado de ser fabricantes a ser tratados como estraperlistas", se queja este empresario.
Comunismo exprés
Otro de los fabricantes afectados alerta de que el Gobierno "debe dejar a las empresas fabricar libremente e inundar el mercado de productos porque eso haría que los precios bajaran, si todo está confiscado y no hay materia prima suben los precios. Es lo que ocurre en los sistemas comunistas".
Esta persecución a distribuidores y proveedores también se está llevando a cabo mediante el sistema de preguntas en farmacias. Libertad Digital ha podido saber que la Guardia Civil por órdenes del Ministerio de Sanidad se persona en los establecimientos farmacéuticos para preguntar quiénes son los proveedores de hidrogeles o mascarillas. "Cuando se enteran de sus proveedores se personan en el lugar y confiscan el material", revela una fuente.
Por ahora, los únicos que están pudiendo salir adelante y continúan proporcionando material al Gobierno son aquellas empresas que tenían ahorros o préstamos.
Pedro Montañés, el empresario linchado por la izquierda mediática transmitió a Libertad Digital que el Ministerio de Sanidad le había dicho que ya hablarían más adelante de precios, pero que, por el momento, todas las producciones de mascarillas, 80.000 diarias, salen del bolsillo del fabricante, hasta que pueda aguantar.