Iberdrola celebra este jueves, por primera vez en su historia y en una iniciativa hasta ahora sin precedentes, una junta general de accionistas no presencial, todo ello marcado por la situación excepcional de la crisis sanitaria del coronavirus.
Así, con el objetivo de salvaguardar los intereses generales y la salud ante la propagación del Covid-19, la compañía ha apostado por seguir adelante con la junta, aunque cambiando por completo lo previsto, en una cita que tendrá por escenario la Torre Iberdrola de Bilbao, sede social del grupo, y donde no habrá presencia física de accionistas, representantes o invitados.
El real decreto aprobado por el Gobierno concedía flexibilidad a las compañías, ante la situación excepcional, para organizar sus juntas generales durante los diez primeros meses del año, cuando antes el plazo expiraba en junio.
La pandemia ha obligado así al cambio de planes en las agendas de los grupos cotizados para poder encajar en nuevas fechas sus asambleas o, por el contrario, optar por su celebración telemática para abordarlas sin público, garantizando así la salud ante la propagación del virus.
Iberdrola, en su caso, ha optado por mantener su agenda y llevarla a cabo sin público, mientras que otras compañías del sector se han decantado por posponer 'sine die' su cita anual con los accionistas a espera de ver como evoluciona la crisis, como Naturgy, o por retrasar su celebración a mayo, como Endesa, y según avancen los acontecimientos tomar una decisión definitiva.
Y es que la energética presidida por Ignacio Sánchez Galán ya señaló que la celebración de la junta era "una necesidad inaplazable" para que el grupo pueda continuar "desarrollando con éxito su actividad y alcanzar sus objetivos, en interés de todos sus accionistas y de sus restantes grupos de interés".
Así, la única solución para compatibilizar esa necesidad con el cumplimiento de la declaración de estado de alarma del Gobierno pasa por su celebración de manera telemática.
Para ello, la compañía ha puesto en manos de sus cerca más de 600.000 accionistas —casi 360.000 radicados en España— todas las 'armas' para que puedan ejercer su derecho de voto o delegación sin necesidad de desplazamientos.
De esta manera, para ejercer su derecho los accionistas solo necesitarán de un teléfono móvil, su DNI y el número de acciones del que son titulares o cotitulares, ya que entrando en la web www.votojunta.iberdrola.com a través de su 'smartphone', ordenador o tablet podrán llevarlo a cabo.
Además de este canal, está disponible en modo automático las 24 horas del día y hasta el próximo este mismo miércoles el teléfono gratuito de la Oficina del Accionista de Iberdrola (900 100 019). Mientras que para aquellos titulares que prefieran hablar con una operadora, deberán llamar entre las 9.00 y las 19.00 horas.
Asimismo, los titulares y cotitulares de acciones del grupo que participen a distancia recibirán igualmente la prima de asistencia: 0,005 euros brutos por cada título o, lo que es lo mismo, 1 euro por cada 200 acciones.
Nombramientos de nuevas consejeras
En su Junta General, la energética someterá a sus accionistas los nombramientos como consejeras independientes de la británica Nicola Brewer y de la brasileña Regina Nunes.
También se propondrán las reelecciones como consejeros de Iñigo Víctor de Oriol Ibarra, miembro del órgano rector de la compañía desde 2006, así como de Samantha Barber.
Por otra parte, no continuará en el órgano rector de la compañía Inés Macho Stadler, vicepresidenta no ejecutiva de Iberdrola desde 2018, ya que no será propuesta a los accionistas su reelección como consejera.
Otras propuestas de acuerdo incluidas para la junta se refieren a la aplicación del resultado y a la distribución del dividendo con cargo al ejercicio 2019, a través de una nueva edición del sistema de retribución flexible, así como a la reforma de los Estatutos Sociales con el objetivo de redefinir y enriquecer los conceptos de interés y dividendo social y de dar reconocimiento estatutario al sistema y a la unidad de cumplimiento, entre otras mejoras.
Además, se someterá a reelección de los accionistas a KPMG como auditor de cuentas de la energética. La auditora viene realizando esta labor para la compañía desde 2017, cuando sustituyó a EY.